Te acaricio en penumbras,
renuente a los candiles,
alejado de luces indiscretas donde tiernas
mis manos, guiadas por el deseo,
dialogan con tu cuerpo,
para encontrar los puntos
que te hacen suspirar;
Te acaricio en penumbras
con los ojos cerrados
y sentidos alertas,
pues hemos inventado
para comunicarnos,
nuestro sistema braille
e interpretan mis dedos
los mensajes urgentes
que me manda tu piel
y en caricias silentes
te llega la respuesta
sin que nadie se entere.
Oscar Pedraza