Solo otro día
El horario de oficina puede ser tan inhumano que es normal que ya estando en el transporte público, uno no se sienta completamente despierto. En el particular caso de una oficinista en el metro, ni siquiera recordaba haberse levantado y vestido. Ni conseguía dejar de abrir y cerrar las manos. En general, se sentía desconectada… Leer más Solo otro día