FASI [F451]
Inspirado en la novela Fahrenheit 451 de Ray Bradbury
I
(Un sueño, las propiedades del espacio pueden ser caprichosas respecto a lo que hay en uno, pero siempre siguen las reglas que todos los sueños poseen.)
FÉLIX: Era aterrador ver las cosas quemarse. Las llamas ardían y amenazaban como una jauría de animales salvajes. Mostraban sus colmillos apuntando hacía tu carne, y se veía en lo más profundo de su ser que te querían arrancar un pedazo de alma. El calor eran garras que poco a poco te desnudaban de tu piel y el humo era un veneno que ahogaba la cabeza, volviéndote ciego. Se acerca,está en la puerta, está en las paredes, está en mi cuerpo.
El malicioso fuego llegó para consumir todo lo que era, y frente a mis ojos lo vi, era una orquesta tocando la más triste melodía con su último aliento, mientras abandonaban este mundo entre llamas.
El pánico corría por mi cuerpo, el fuego corría por mi cuerpo, el dolor corría por mi cuerpo. Y
grité.
II
(Un bar, luces neón resaltan en el casi oscuro recinto. La barra se encuentra en el costado
izquierdo, viendo hacía la entrada en el lado derecho, el resto del local está atrás de la barra.
Félix esta recostado, con los brazos sobre la madera oscura. Entra Alondra)
ALONDRA: ¿Félix? Félix ¡Félix despierta! No puedes dormir en el trabajo.
FÉLIX: ¿Qué? Ah, perdón.
ALONDRA: ¿Estás borracho? Si tomaste algo de aquí lo tienes que pagar de todos modos.
FÉLIX: No, no. Solo me quedé dormido, anoche tampoco pude dormir bien.
ALONDRA: Podrías intentar ir a un consultorio. Uno de mis primos trabaja en uno, te puede sacar lo que tengas con la máquina.
FÉLIX: No creo que lo que tenga se pueda sacar con una máquina.
ALONDRA: Tú no sabes, claro que pueden quitarte cualquier cosa.
FÉLIX: Es al revés.
ALONDRA: ¿Qué cosa?
FÉLIX: Siento que falta algo… (No encuentra las palabras) No importa, estoy divagando. Voy a
tomar aire unos minutos.
ALONDRA: ¿Aire? Allá afuera no vas a encontrar ningún aire que valga la pena, cariño.
FÉLIX: Mejor que aquí ¿has estado fumando? (Félix se dirige a la salida, pero apenas se acerca, comienzan a escucharse sirenas, gente gritando y corriendo)
ALONDRA: No abras la puerta, ciérrala, rápido.
FÉLIX: ¿Qué mierda pasa allá afuera?
ALONDRA: No lo sé, pero ni se te ocurra abrir esa puerta hasta que pase.
FÉLIX: Hay gente corriendo, dejaron salir a los sabuesos mecánicos a por algo.
ALONDRA: Por alguien, no importa si hiciste algo o no, nunca sabes cuándo mandan a uno de
esos a por uno.
FÉLIX: ¿La puerta de atrás está cerrada?
ALONDRA: No sé, no creo.
FÉLIX: Ven, antes de que la fuercen.
(Ambos salen de escena. Oscuro)
III
(Un sueño, las propiedades del espacio pueden ser caprichosas respecto a lo que hay en uno, pero siempre siguen las reglas que todos los sueños poseen.)
A: ¿Qué hace? No se me acerque ¡Ya le dije que no me voy a ir!
B: ¿Se quiere quemar? La voy a sacar a la fuerza ¡Deje de pegarme!
A: Que me suelte, no me abrace, yo no lo quiero.
B: Yo tampoco la quiero, ya no se mueva, solo la quiero sacar de aquí.
A: ¡Harold!
B: Ya no grite ¿Quién es Harold?
A: ¡Harold haz algo! ¡Me está agarrando! ¡Están tocando a tu esposa! ¡Ayuda!
B: Señora, solo queda usted, su esposo ya debió haber salido.
A: No, el jamás me abandonaría, tiene que estar aquí y yo me voy a morir con él.
B: ¿Por qué se quiere morir? ¿Qué sentido tiene?
A: Porque no me queda nada, usted lo dijo, qué sentido tiene, ya quemó mis cosas, mis tesoros, mis libros, y si Harold no viene es porque está muerto y yo moriré con él.
B: Solo unos pasos, le pido que de unos pasos conmigo.
A: Por cada dos pasos que des adelante, yo daré dos hacía atrás y podemos repetirlo toda la noche si quiere, no me importa.
B: ¿Dónde están los demás? ¡Aún hay alguien aquí! ¡Ayúdenme a sacarla!
A: Pon el ritmo que quieras joven, vamos a quedarnos a bailar hasta quemarnos.
B: ¡Rápido, hay fuego por todas partes!
IV
(Entran Félix y Alondra. Los ruidos que había afuera se han calmado ya)
ALONDRA: No sé quién haya sido el pobre diablo que los haya hecho enojar, que escandalo
provocó, aunque parece que lo encontraron.
FÉLIX: O se les fue.
ALONDRA: No juegues, a estos no se les va nada, tienen cámaras en todas las calles.
FÉLIX: Creo que deberíamos cerrar de una vez e irnos a casa.
ALONDRA: Ya me habrán espantado a toda la clientela de todos modos.
(Suena alguien tocando la puerta)
FÉLIX: Siempre hay alguien así (Se acerca a abrir)
ALONDRA: ¿Qué haces? No puedes abrir, no sabes quién es.
FÉLIX: ¿Y qué quieres que haga?
ALONDRA: Deja que se vaya.
FÉLIX: ¿Y si es un bombero? (Alondra no responde) ¡Alondra! ¿Qué tal si es un bombero? (Sigue sin responder) Voy a abrir.
(Alondra intenta detenerlo, pero ya abrió la puerta que nunca dejaron de tocar, enseguida entra
Scarlett, escapando del mundo exterior)
SCARLETT: Perdón, necesito solo un momento.
FÉLIX: Pues no lo era (Para Scarlett) Disculpe, ya cerramos.
SCARLETT: Sí, está bien, solo quiero… usar su baño un tiempo.
ALONDRA: ¿Qué no escuchaste? Ya está cerrado, vete de aquí.
SCARLETT: Solo un momento se los prometo.
FÉLIX: Deja que vaya. (Para Scarlett) El baño está en ese pasillo, dese prisa por favor.
SCARLETT: Muchas gracias, en serio. (Sale)
ALONDRA: ¿Qué piensas? ¿No eras tú quien quería cerrar?
FÉLIX: Mírala como se viste, no es de por aquí, debió asustarse con lo que pasó allá afuera.
ALONDRA: ¿Y crees que eso la hace inocente? Para empezar, una mujer como ella nunca se
pasaría por estas calles, la gente como ella está muy cómoda en sus hogares como para salir a ver que hay del otro lado de la ciudad. La gente así solo viene por dos razones, para chingarnos a nosotros o porque se los chingaron a ellos. (Félix no responde) Échale un ojo, averigua qué hace aquí, lo que menos quiero son los problemas que pueda traer. (Sale)
(Oscuro)
V
(Un sueño, las propiedades del espacio pueden ser caprichosas respecto a lo que hay en uno, pero siempre siguen las reglas que todos los sueños poseen.)
C: Oye, los datos ¿tienes los datos de Agatha Phoenix?
D: No, los tiene Bruce, creo.
C: ¿Por qué ustedes siempre me hacen que venga y vaya?
D: Dile que lo busco.
C: No, díselo tú.
D: Idiota…
C: Si, ahí está.
E: Gracias. Escucha necesito hablar contigo, es algo importante y tiene que quedar entre nosotros.
D: ¿Por qué? Te ves nervioso.
E: Por favor no hables de cómo me veo, escúchame, confió en ti y por eso te digo esto. Es muy
probable que pronto vengan bomberos a investigar el edificio.
D: ¿Bomberos? ¿Qué buscan aquí?
E: ¿Tú que crees? Libros, alguien encontró uno de ellos escondido y lo reportó.
D: Idiota…
E: ¿Perdón?
D: Que idiota, van a quemar todo el edificio, nos vamos a quedar sin trabajo.
E: Espera, no es seguro que quemen el edificio.
D: ¿Quién fue el idiota? ¿Quién trajo un libro aquí? Voy a entregarlo ahora mismo.
E: ¿Lo entregaras? ¿Por qué?
D: Claro, no me quiero quedar sin trabajo por un estúpido libro.
E: No sabes lo que dices, jamás has leído uno.
D: ¿Para qué? Los libros son estúpidos, y los idiotas que se quieren morir los tienen, y yo no soy idiota, por eso voy a entregarlo.
E: ¿Eso te parezco?
D: ¿Cómo?
E: No lo entiendes, los libros están llenos de creatividad, la mente de las personas queda plasmada en ellos y sus pensamientos pueden perdurar mucho más tiempo que sus vidas. Su querer, su pesar y su sentir están expuestos en estas palabras. Necesito que me ayudes a esconderlos, por favor, déjame mostrarte lo vivo que están los libros.
D: Me equivoque, eres peor que un idiota, eres un loco. A mí no me importan otras personas o lo que sea que piensen. Si queman este lugar me voy a quedar sin trabajo, y voy a tener que entrar al ejército. Me voy.
E: No, espera ¿vas a delatarme?
D: No quiero ir al ejército. No me van a matar por tu culpa.
E: Al menos déjame ir, no tienes que decir nada, me llevaré mis cosas y no volverás a verme.
D: … Vete.
E: Gracias, en serio muchas gracias, en serio espero que algún día puedas entender lo que hago.
D: No creo.
E: Adiós, cuídate.
C: ¿Qué quería? Se fue casi corriendo.
D: Hay que hablar con el jefe, antes de que nos quedemos sin trabajo o nos quemen.
Continuará
Sergio Escobar Gil
Licenciado en Arte Teatral, egresado de la Facultad de Artes Escénicas de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Ha enfocado sus estudios en la escritura dramática. En 2021 trabajo como asistente de dirección y edición de texto de la obra Servidor de dos Patrones de Carlo Goldoni, ganadora de la convocatoria Voces Teatrales II, con dirección de Bryan Jair Alvarado. Misma que se presentó en el XXXII Encuentro Estatal de Teatro de Nuevo León.