Cobayas

Una distopía futbolera

Personajes:

Navarrete
Hernández
Televisión, voz en off

1.

TELEVISIÓN: Un fantasma recorre europa, es el fantasma de la epidemia, caos, muerte, enfermedad devasta las ciudades. Todos mueren. Y mientras que los gobiernos del primer mundo han declarado estado de excepción, nuestro irresponsable gobierno sigue permitiendo que la gente ande por ahí libremente. Exigimos que se apliquen castigos, exigimos mano dura. La libertad es un precio que hay que pagar. Hay un extraño enemigo y hay que eliminarlo. Pero no todo son malas noticias, para usted que está en casa, le presentaremos a continuación un partido de fútbol. Nuestros equipos nacionales saben lo valioso de su trabajo, las alegrías que llevan a los hogares. Así que, gracias a la cortesía de nuestros equipos de fútbol, seguiremos con la liguilla. Nuestros gloriosos equipos: Monterrey, Tigres, Pumas, América, Chivas, todos ellos están ahí, siguen ofreciendonos sus partidos, en momentos de crisis, nada como un poco de fútbol para sobrellevar el ánimo.

HERNÁNDEZ: Al chile siempre sueño con jugar al fút. Antes, podías jugar fut en la calle y te la pasabas con madre. Luego ya bien cansadito y todo, unas guamas y un pinche toque. Ahora ya no, ya no se puede salir, todo el día estamos encerrados del jale al cantón, del cantón al jale. Como quiera me echo mis guamas y mi toque, veo el fút en la tele, bueno, en el celular, pero no es lo mismo. Nomas una vez fui a un partido de fut al estadio, pinche experiencia mamalona, chingos de gente ahí reunida. Me hubiera gustado ir más partidos de Tigres, pero ya no fui, siempre decía luego voy, pero pos nunca iba, no había feria. Yo era más de jugar con los compas, pero pos nos agüitaron, ni pedo. Ya no tenemos nada, no hay nadie, las calles están vacías, mi barrio ya no existe desde hace chingo. Lo cabrón es que a veces no siento nada, ni feliz, ni triste, ni enojado, estoy aburrido. Estoy harto, pero ni sé que pedo. Lo único chido es que puedo ver los partidos de tigres en mi celular. Va a sonar curado, pero yo creo que éste pedo tiene que cambiar. Tenemos un grupo, estamos organizados y andamos por todos lados, ya verán. Se va a armar, un reverendo desmadre.

Navarrete le acerca un aparato, una prótesis para oír mejor.

NAVARRETE: ¿Es usted comunista? Le pido por favor que responda al aparato, no puedo escuchar bien y aunque lo estoy grabando, es importante para mí escucharlo en vivo. ¿Es usted comunista?
HERNÁNDEZ: Qué no.
NAVARRETE: ¿Ha simpatizado con la liga comunista 16 de septiembre?
HERNÁNDEZ: Ya le dije que no.
NAVARRETE: ¿Ha sentido simpatía por el sindicato obrero de la Fundidora?
HERNÁNDEZ: Ni sé qué es eso.
NAVARRETE: Disculpe que se le haga estas preguntas nuevamente, mi aparato no captó sus respuestas y no pude escucharlas bien.
HERNÁNDEZ: ¿Me van a pagar en efectivo vea´?
NAVARRETE: Es correcto, la compensanción se le entregará en efectivo. ¿Podemos continuar?
HERNÁNDEZ: Ta bien compa, vamos a darle.
NAVARRETE: Le prometo que terminaremos pronto. Continúo: ¿ha participado en algún tipo de conspiración en contra el Estado mexicano?
HERNÁNDEZ: Nombre compa, ya le quiero caer.
NAVARRETE: ¿Se quiere ir?
HERNÁNDEZ: Simón ya le quiero dar fuga, este pedo ya duró un chingo.

Pausa, Navarrete suspira.

NAVARRETE: Su participación en el protocolo es voluntaria, puede irse cuando quiera (sonríe). Solo que sí usted se va en este momento, no recibirá la remuneración económica por la participación en el estudio. Con el tema de la contingencia sanitaria muchos trabajos pueden resultar afectados, y según su expediente, si la contingencia se pone fea, le vendrá bien el dinero. Vamos en la etapa final, le sugiero que lo termine.
HERNÁNDEZ: No pos, ni pedo, a darle pues.

Silencio.

NAVARRETE: Este protocolo es de los que ofrecen las mejores compensaciones, termínelo, ya vamos en lo último.
HERNÁNDEZ:¿Seguro que ya es lo último?
NAVARRETE: Estaba diciendo algo sobre el balón.

Navarrete extiende su aparato.

HERNANDEZ: Oye men, ¿porqué me hacen tanta preguntadera?
NAVARRETE: Somos una agencia de investigación de mercados, nos interesa saber que opina de este balón, que le gusta, que le disgusta, y en función de lo que usted nos responda vamos a mejorar la calidad de productos y servicios, para que usted y el segmento de la población que representa, puedan disfrutar de las mejoras.
HERNÁNDEZ: ¿Osea que tú arreglas los balones? (ríe)
NAVARRETE: No, para nada, en realidad nos interesa algo más que los balones (sonríe).
HERNÁNDEZ: Es que la neta, de repe haces preguntas bien locas que me sacan de onda.
NAVARRETE: Nosotros recopilamos la información que usted representa y luego la procesamos para entregársela al cliente. En realidad es una labor muy noble, muy democrática, somos mediadores entre sus necesidades y las posibilidades de satisfacción que puede hacer la empresa por usted.
HERNÁNDEZ: Simon, si saco, quiere que le diga que rollo conmigo, que si me gusta o no el pinche balón ese, que si en que jalo, que hago el fin de semana, en que pisteo, en que loqueo. Yo sé que es tu jale y no te quiero cagar el palo, pero es que me preguntas cosas que de repente no tienen nada que ver con el fútbol…
NAVARRETE: (al mismo tiempo) Es una investigacion profunda
HERNÁNDEZ: …y yo digo con madre que me paguen por estar aquí sentado cotorreando contigo, pero tú me preguntas y preguntas cosas y quieres saber todo de mí, pero yo no sé nada de ti. ¿Tú qué, quién eres, porque jalas en este rollo o qué?

Pausa, Navarrete sonríe.

NAVARRETE: Podemos hacer el proceso más rápido, hay más voluntarios que quieren participar en el estudio y estan esperando su turno.
HERNÁNDEZ: No, si yo si quiero terminar el estudio, no se jiñe, tranqui.
NAVARRETE: No se preocupe, no estoy enojado.
HERNÁNDEZ: Es que we, yo pensaba que nomas me ibas a preguntar puras cosas de fútbol, pero es que al chile we, de pronto me dio aca la paranoia de que eres poli, ¿eres poli carnal?
NAVARRETE: ¿Policía? Mire, como le comento…
HERNÁNDEZ: Mira, aca entre nos, se me hace chido que me entrevisten, me siento actor, ja.
NAVARRETE: No tiene de que preocuparse, solo soy un etnográfo. Mi trabajo consiste en entenderlo, en comprenderlo a profundidad. Dígame, ¿con que sueña?

2.

NAVARRETE: Me interesan, me obsesionan los sueños de las personas. No son las ideas ni el conocimiento lo que determina las decisiones de los individuos, sino algo más. En realidad, todas las decisiones que tomamos son producto de un sueño, de una pasión que guían el devenir de nuestra vida. Somos los vectores de un sueño, estamos configurados por las imágenes de ese sueño y las operaciones que realizamos a lo largo de nuestra breve vida están determinados por él. Me apasiona capturar los sueños de los demás, abrirlos, cortarlos para extraer los órganos que lo componen, medirlos, clasificarlos e interpretar sus componentes, rastrear su genealogía y su devenir. Yo le llamo “necropsia”, porqué siento que disecciono el cadáver de un ser mitológico, de un dios polilla, un ser monstruoso que corto, divido, empaqueto y clasifico en una tabla de Excel. A veces, cuando disecciono estos fascinantes y horribles monstruos siento una droga en todo mi cuerpo, empiezo a salivar y veo a las personas como caparazones, como muertos vivientes que arrastran un sueño que deseo extraerles. El fútbol me gusta porque es como un resumidero donde fluyen todo tipo de sueños. El fútbol es como un bosque y yo camino con mi red atrapando mariposas. El fútbol es un río y soy un cazador a la distancia, con mi rifle listo, esperando mi objetivo: un venado, un jabalí. Antes era muy ignorante, pensaba que el fútbol era el opio del pueblo, una distracción que servía como aparato de dominación y enajenación de las clases subalternas. Ahora pienso muy distinto, es un paraíso para un coleccionista de sueños como yo. Le agradezco nuevamente por hacer la segunda parte del protocolo, en mi opinión es una buena manera de hacerle cara a la contingencia sanitaria. Ahora, vamos a colocarle estos electrodos en la cabeza, en la medida que responda voy a recibir unos valores que ayudarán en la investigación. No se preocupe por nada, no duele, no molesta, ni hay secuelas de ningún tipo, es parte del procedimiento normal.

Navarrete le coloca electrodos en la cabeza y en el pecho.

HERNÁNDEZ: ¿Y esto porqué o para que?
NAVARRETE: Los electrodos registran valores que se mandan directo a una base de datos mientras contesta mis preguntas. No se preocupe forma parte de un procedimiento normal que ha sido supervisado por personal médico de la empresa. Le recuerdo que por realizar la segunda parte de la investigación recibirá una gratificación extra, ¿edad?

Navarrete extiende su aparato para oír mejor.

HERNÁNDEZ: (dice la edad real del actor).
NAVARRETE: ¿Altura?
HERNÁNDEZ: (dice la altura real del actor).
NAVARRETE: ¿Peso?
HERNÁNDEZ: (dice el peso real del actor).
NAVARRETE: ¿Habla usted una lengua indígena?
HERNÁNDEZ: No.
NAVARRETE: No se ofenda, tengo que preguntarlo, ¿se considera usted afrodescendiente?
HERNÁNDEZ: No.
NAVARRETE: ¿Trabajó usted la semana pasada, al menos 1 hora?
HERNÁNDEZ: No.
NAVARRETE: ¿Cuenta con algún tipo de servicio médico?
HERNÁNDEZ: No.
NAVARRETE: ¿Último grado de escolaridad?
HERNÁNDEZ: Secundaria, segundo año de secundaria.
NAVARRETE: ¿Cuánto tiempo lleva sin tener empleo formal? Es decir, empleo con número de seguro social.
HERNÁNDEZ: 2 o 3 años.
NAVARRETE: ¿Cuenta con antecedentes penales?
HERNÁNDEZ: No.

Navarrete revisa los valores que salen de su curso.

HERNÁNDEZ: Bueno sí, estuve un mes, pero es que era inocente, cuando se dieron cuenta me dejaron salir.
NAVARRETE: ¿Se considera usted comunista?
HERNÁNDEZ: No.
NAVARRETE: ¿Forma usted parte de una barra de fútbol?
HERNÁNDEZ: Sí
NAVARRETE: ¿Ha participado usted en reuniones políticas con los miembros de su barra o realizado cualquier actividad no relacionada con el fútbol?
HERNÁNDEZ: Estoy en la barra, pero nunca voy a las reuniones.
NAVARRETE: ¿Qué discuten en esas reuniones?
HERNÁNDEZ: No sé, nunca voy.
NAVARRETE: ¿En las reuniones hablan de posibles actos violentos contra otras personas o daños a la propiedad durante o al final de los partidos de fútbol?
HERNÁNDEZ: Compa, ya le dije que yo no voy a las reuniones, ni tiempo tengo.
NAVARRETE: ¿Alguien de sus compañeros o líderes han participado en política o alguna actividad no relacionada con el fútbol, tales como reuniones religiosas o subversivas?
HERNÁNDEZ: No, nadie.
NAVARRETE: ¿En tu equipo de fútbol, han hablado de cosas anti-fútbol?
HERNÁNDEZ: ¿Cómo que cosas anti- fútbol?
NAVARRETE: Mira…

Navarrete enciende la televisión, extiende su aparato para escucharla mejor.
Ambos la miran.
Hernández continúa con los electrodos conectados a la cabeza.

TELEVISIÓN: Hay una orda de violentos que incitan al robo, al saqueo y al despojo de personas que han triunfado en la vida. Los más atacados, han sido nuestros nobles deportistas de Tigres y Rayados. En medio de la crisis económica, grupos subversivos hablan de confiscar los recursos tanto de los clubes deportivos, como de los futbolistas mejor pagados y con ello, montar hospitales y proporcionar comida a los hambrientos. Incluso, exigen la confiscación total de bienes de empresas, políticos y multimillonarios, ¡vaya locos! El confinamiento en algunas personas resentidas y desesperadas comienza a hacerlos perder la cordura. El gobernador de Nuevo León y miembros del Partido Cristiano Liberal exigen el uso de la fuerza militar contra las personas que desobedezcan las indicaciones del Instituto de Salud. …

Navarrete apaga el televisor. A partir de ahora, revisará constantemente los valores cuando salen de su curso.

HERNÁNDEZ: ¿Estas madres que tengo conectadas, que es lo que hacen?
NAVARRETE: Registra sus ondas cerebrales, pero no se preocupe. El segundo protocolo es más cansado, es normal el estrés. De cualquier forma, debido a la contingencia sanitaria, las autoridades recomiendan no salir hasta que sea realmente seguro. Usted puede tomarse un descanso, incluso puede quedarse en las instalaciones de la agencia y participar como voluntario en otros protocolos de investigación. Así, cuando todo vuelva a la normalidad, usted recibirá una buena compensación económica (sonríe).
HERNÁNDEZ: Ósea, me tienen encerrado.
NAVARRETE: De ninguna manera, las autoridades recomiendan no salir, estamos apenas en la fase 2, las libertades no han sido suspendidas todavía. Usted puede irse, en el peor de los casos algún oficial le va a sugerir que vaya directamente a su casa, pero no es tan grave aún. Tenemos suerte de no estar en un país totalitario. Si lo desea puede tomar un descanso y permanezca en las instalaciones de la agencia que son bastante cómodas. Mire, según el tabulador, usted ya recibirá una compensación mucho más alta. La economía se va poner fea, el dinero le va a caer bien. No quería meterme, pero te lo voy a preguntar ¿tienes deudas?
HERNÁNDEZ: Simón.
NAVARRETE: No te apenes, todos tenemos deudas.
HERNÁNDEZ: Es que, debo mucho.
NAVARRETE: Te entiendo, yo también estoy hasta el cuello, esto me costo un dineral (señala su aparato para oír).
HERNÁNDEZ: Ta cabrón…

Pausa. Ambos jugadores se miran.

NAVARRETE: Mira, te voy a decir algo porque me caes bien: si no terminamos el protocolo a mi tampoco me pagan pero yo también me cansé. ¿Porqué no vamos por una chela y botana que dejo la empresa que nos contrató?, no te preocupes, son gratis.
HERNÁNDEZ: ¿Neta, seguro que tus jefes no se peinan?
NAVARRETE: El descanso con chela está programado como parte del protocolo, pero si te lo decía al principio te ibas a poner a pistear y no íbamos a hacer ni madres, ahorita que ya avanzamos un buen, creo que hace falta un buen descanso.
HERNÁNDEZ: Pues sobre la idea, quítame estas chingaderas de la cabeza y vamos por ese pedo.

Se levantan.

NAVARRETE: Antes, cuando me reunía con mis compañeros de escuela, veíamos el fútbol y yo fingía que me emocionaba cuando anotaban gol a favor o en contra; pero en el fondo me era indiferente. Nunca entendí el fanatismo por el fútbol, aunque ahora la investigo, la pasión nunca la he podido comprender. Hoy en día existen nuevas tecnologías que facilitan el trabajo de las ciencias sociales, algo que era impensable el siglo pasado hoy es una realidad. La convergencia entre humanidades y tecnología dan cuenta de la complejidad de lo real. La tecnología aún no logra descifrar las pasiones, pero un hombre puede interpretar el significado de los sueños y conquistarlos. Cuando era niño, todos querían ser futbolistas famosos, ganar millones de dólares, viajar por el mundo, tener miles de mujeres; en cambio, yo soñaba con ser un investigador cualitativo, ese era mi sueño.

3.

Navarrete y Hernández comparten una cerveza.
Miran la televisión

TELEVISIÓN: Nuevamente el fútbol se mancha de politiquería barata, señores, damitas, sobre todo ustedes damitas, que últimamente andan muy descontroladas, entiéndanlo por el amor de dios: el fútbol es sagrado. Varias cosas me traen en desazón. En primer lugar; Rodolfo Cota, portero de León, al finalizar un partido, se quitó la camiseta y debajo traía una playera sobre la desaparición forzada. Cota, entiéndelo mijo, no era el lugar, ni el momento, no manches al fútbol con política. En segundo lugar, además de este jugador loquito, un grupo de damitas hicieron manifestaciones la semana pasada frente al estadio de la pastora, porque supuestamente hay acoso y discriminación en el fútbol femenil. Y por último, esos hooligans, vándalos con camisas de equipos de fútbol de barrios, que quieren saquear comercios y hacer desmanes. Mire querido televidente, amigo aficionado, el fútbol es sagrado. Se eleva por encima de los vicios y las debilidades del hombre. En la cancha, un grupo de hombres se enfrenta contra otro grupo de hombres en una batalla simbólica, es un combate que inscribe de manera poética sobre el césped. Aquí, no importa si eres rico o pobre, blanco o negro, sobre la cancha, todos los hombres son iguales y se convierten en héroes. La cancha, es el campo de batalla donde se rige el destino del hombre. El juego del balompié, es como la sagrada misa, es como una corrida de toros, trasciende nuestra propia humanidad. Pausa comercial y regresamos.

Navarrete apaga el televisor.
Hernández fuma un poco, se le queda viendo a la prótesis que usa Navarrete.

NAVARRATE: Esta cosa la van a terminar pagando mis nietos.
HERNÁNDEZ: Esa madre que tienes ahí pegada a la oreja, ¿cómo sirve?
NAVARRETE: Me deja escucharte.
HERNÁNDEZ: ¿Es todo?
NAVARRETE: Qué sí, es todo. De niño me decían Murphy.
HERNÁNDEZ: ¿Morfy?
NAVARRETE: Así se llamaba el tipo antes de que lo tasajearan todo, el Robocop.
HERNÁNDEZ: A webo, a webo, el robocop. Inche loco, tas bien curado carnal.
NAVARRETE: Ya, no hagas pedo, pásame otra chela.
HERNÁNDEZ: Cheve.
NAVARRETE: ¿Cheve?
HERNÁNDEZ: Ándele, que le cuesta hablar como dios manda.

Le pasa la cerveza, brindan. Beben un poco.

HERNÁNDEZ: Nombre carnal, si hablas bien pinche raro, pero bueno, con unas cheves encima, ya hablas más normal.
NAVARRETE: Yo no hablo raro, bueno, a lo mejor por el protocolo, así tengo que expresarme. Tengo un guion de todas las preguntas que tengo que hacer. Todo me lo aprendo de memoria y lo tengo que decir así. Pero sí me preguntas algo que no viene en el guion, tengo que responderte más o menos en ese mismo estilo. Yo no me expreso así, es sólo por el trabajo.
HERNÁNADEZ: Va, va, va
NAVARRETE: A ver, dame.

Hernández le pasa el cigarro a Navarrete, fuma.

NAVARRETE: Así tengo que hablar, las personas hablamos y nos comportamos como se supone que tenemos que hacerlo.
HERNÁNDEZ: Órale, que loco, la otra vez estaba fumando y justo pensaba en eso, como en un lugar te comportas de una forma y en otro lugar de otra forma.
NAVARRETE: sí, sí, son como máscaras.
HERNÁNDEZ: A webo, cuando estas en tu jale usas una máscara y cuando estas con tus compas…
NAVARRETE: ¿usas otra máscara?
HERNÁNDEZ: ¡A webo carnal, salud!
NAVARRETE: Salud.
HERNÁNDEZ: Que hace falta.
NAVARRETE: Y mucho (pausa). Yo pienso que podemos ser gracias a las máscaras. No es que seamos hipócritas o que seamos doble cara. Pienso que gracias a estas máscaras podemos sentir tristeza, felicidad, podemos hacer todo. Todo lo que queremos lograr lo podemos hacer con estas máscaras.
HERNÁNDEZ: ¿Y quién esta detrás de las máscaras, un actor?
NAVARRETE: Nadie. No hay nadie al final de todas las máscaras, sólo cuerpos, sangre, órganos, pus.
HERNÁNDEZ: El encierro ya te tiene trastor compita, ira, vamos a hacer esto, yo te respondo lo que quieras, pero vamos a echarnos una cascarita.
NAVARRETE: Yo no sé jugar fútbol.
HERNÁNDEZ: ¿Cómo chingados no vas a saber?

Hernández y Navarrete comienzan a jugar.
Aunque Navarrete inicialmente se muestra torpe, poco a poco comienza a manifestar dominio.
Hernández mira sospechosamente la habilidad oculta de Navarrete.

4.

HERNÁNDEZ: Yo creo que el amor es una utopía. Yo sé que esa palabra significa algo que no se puede alcanzar, algo que no existe en la realidad. Pero estoy seguro que debe existir un tipo de amor en el que ambos sucumban ante la entrega total. Amar sin controlar, amar sin dominar. Hay quienes aman y se dañan todo el tiempo en una espiral de dolor. Ese no es amor verdadero, es corrupción del amor. Yo creo que se puede cultivar el amor para que prospere y crezca como un campo fértil. Es difícil creer que dos personas puedan amar así. Por eso pienso que el amor es una utopía. Pero podemos lograr la utopía, porque podemos amar, y lograr una sociedad más justa, más libre y más feliz. Así como el amor es una utopía, la utopía necesita del amor. Y aunque ni uno, ni el otro exista en la realidad, sientes en todo el cuerpo que puedas lograrla. Ahora nos estamos debatiendo si luchar o seguir recibiendo los golpes de la vida. Somos muchos y muchas, somos fuertes, el día de mañana tendremos la victoria. Mis queridos amigos, camaradas, compañeros, compañeras, yo creo que este es el momento, podemos alcanzar la utopía. Se puede morir por un amor, pero también se puede dar la vida por una revolución.

Silencio.
Navarrete sostiene una pistola.
Mira fijamente a Hernández.

TELEVISIÓN: Continúan las protestas del Partido Cristiano Liberal, exigen un inmediato rescate del sector empresarial, y pues claro, el gobierno debe apoyar a las empresas. Seguro usted querido espectador, desde la comodidad de su hogar, debe pensar “yo quiero trabajo, no dinero”. Pero este gobierno quiere llevarnos al fracaso, a la miseria. Necesitamos seguir el ejemplo de Bolivia, el ejemplo de Colombia, de Argentina, de Brasil y Venezuela. Señores y señoras, necesitamos el apoyo del ejército para cuidar nuestras fuentes de empleo, porque cuando pase la epidemia, vamos a necesitar trabajo. Ojalá que nuestras gloriosas fuerzas armadas recapaciten y escuchen los rezos de los buenos ciudadanos y nos cuiden, nos cuiden nuestras fuentes de empleo. Bendito nuestro señor Jesucristo por darnos fútbol. Gloria a nuestro señor Jesús, porque en los momentos más difíciles de nuestras vidas, tenemos ese bendito deporte que nos une como ciudadanos de este país. Como dijo Galeano: “podrás cambiar de país, de ideología, de mujer, de amante, pero nunca de tu equipo de fútbol”.

Navarrete dispara al televisor, este se rompe en mil pedazos.

NAVARRETE: Ahora sí vamos a poder hablar. En primer lugar, quiero que te dejes de mamadas, voy a querer la verdad.
HERNÁNDEZ: Se me hace que estas muy comprometido con tu jale carnal.
NAVARRETE: La pistola no tiene nada que ver, no mames, afuera las cosas se pusieron más cabronas. Te recuerdo que gané, paga tu apuesta.
NAVARRETE: Tenías muy escondidito tu talento.
HERNÁNDEZ: Es lo que hay.
HERNÁNDEZ: Yo creía que no te gustaba el fútbol.
NAVARRETE: No es por eso, lo veo, lo entiendo, puedo disfrutar las proezas técnicas o estratégicas, incluso hasta puedo predecir quien puede ganar o perder; simplemente no tengo la pasión.
HERNÁNDEZ: Guarda la pistola wey, hace rato te dije que te iba a contestar lo que quisieras, ya ganaste.

Navarrete se guarda la pistola, pero la mantiene cerca.

NAVARRETE: Vamos a dejarnos de mamadas: tu estás con el grupo comunista Rosa Luxemburgo. Atraparon a tus camaradas, salió en la tele hace rato. No se puede ser más pendejo, poner una bomba en el estadio de la Pastora en medio de un toque de queda. Dime, ¿porqué te uniste a los terroristas? Te lo pregunto en serio, porqué no entiendo como alguien, en pleno 2020 sigue creyendo esas pendejadas del comunismo. ¿De verdad creen que pueden cambiar este sistema?
HERNÁNDEZ: La Rosa Luxemburgo es un torneo para equipos de fútbol de barrio compa, no un grupo comunista.
NAVARRETE: No, sí ya no tienes que mentir, no necesitas cuidar lo que digas, yo no soy policía. Te pregunto porque de verdad quiero saber, ¿eres comunista? Me da risa, porque a veces veo las películas de antes, de espías y todo eso, y se me hacen tan extrañas, tan raras. Perdona que te haya juzgado a ti y a tus amigos, digo, hasta me da algo de envidia, que alguien crea en estas cosas, que tenga el valor de arriesgar sus vidas por un sueño que, perdón que lo diga, no vale la pena.
HERNÁNDEZ: Navarrete, te estoy diciendo la verdad, a mi la política me vale madre, a mí lo único que me interesa es el fútbol. Termina el jale, me pagas y me voy.
NAVARRETE: Lo que estoy preguntando es parte de la entrevista, tengo que saber todo de ti. No me importa si estas en un grupo terrorista, a mí lo que me interesa es conocer tus sueños, tus deseos. Dime la verdad, no mientas, no hay porque mentir, yo solo quiero tener un amigo, charlar. Yo quiero ser tu amigo Hernández.
HERNÁNDEZ: Si yo te considero mi amigo, sólo se puede jugar al fútbol con amigos. Pero esta raro, que uno de los dos tenga una pistola cargada.
NAVARRETE: Eres un comunista asesino.
HERNÁNDEZ: Ya te dije, somos una liga de fútbol de barrio, nada más.
NAVARRETE: ¡Pusieron una bomba!
HERNÁNDEZ: Los weyes que quisieron poner la bomba en el estadio, han de haber sido narcos, talibanes, que se yo, pero ¿comunistas, es en serio?
NAVARRETE: Te cambio la voz, la forma de hablar.
HERNÁNDEZ: Te estoy diciendo la verdad.
NAVARRETE: Están usando una liga de fútbol para lavarles el cerebro con ideas comunistas a muchachos desorientados.

Hernández se abalanza contra Navarrete.
Luchan por el control de la pistola.

HERNÁNDEZ: No mames, no mames, suelta.
NAVARRETE: Tu no seas pendejo, déjame.
HERNÁNDEZ: ¿Dónde esta el dinero?, dámelo, dame el dinero cabrón.
NAVARRETE: No seas pendejo, este lugar esta lleno de cámaras, te están grabando por todos lados.
HERNÁNDEZ: Dame el dinero puñetas.
NAVARRETE: ¿No te das cuenta verdad, no imaginas porqué estas aquí verdad?

Hernández logra quitarle la pistola a Navarrete, uno est en el piso y el otro de pie.
Hernández le apunta con la pistola, le acerca su aparato de escucha.

HERNÁNDEZ: ¿Quién eres tú, porqué me hacías tantas preguntas?
NAVARRETE: ¿Me vas a matar verdad?
HERNÁNDEZ: No mames, como te voy a matar sí eres del pueblo. ¿Qué querías saber?
NAVARRETE: Tus sueños, yo sólo quería saber tus sueños.
HERNÁNDEZ: Pero sí ya los conoces, ya te los dije.
NAVARRETE: La empresa que nos contrató está preparando un videojuego, es algo de realidad virtual. Es fútbol de barrio, juegan en la calle o lotes baldíos, quieren hacerlo más cercano al pueblo, más de izquierda. Antes de que te atrapen el juego estará a la venta, tú eres el público objetivo. La idea es crear un mundo alterno, un mundo diferente en el que las personas como tú, puedan ser felices. Pero, necesitamos tus sueños para poder crearlo. Sería un mundo perfecto, no como este. Pero eso no creo que te importe. Toma la llave, llévate lo que quieras. Destruye las cámaras, van a venir por ti, yo voy a tratar de borrar tu expediente.
HERNÁNDEZ: Gracias, considéralo como una contribución a la lucha.
NAVARRETE: Vete. (pausa) Hernández.
HERNÁNDEZ: ¿Qué?
NAVARRETE: No lo van a conseguir.
HERNÁNDEZ: Ya veremos.

Oscuridad
Sirenas
Luces de policías
Un disparo
Ruido blanco

TELEVISIÓN: Una vez más, la política y el resentimiento se filtran en el fútbol. Eto´o y Drogba, dos jugadores africanos retirados, repito retirados, y que viven en Francia, se suman ahora a las polémicas en torno al fútbol diciendo que “no son cobayas”. Esta falsa polémica, comenzó porque unos médicos franceses, con muy buena intención, proponían experimentar medicinas en África, ya que ahí la vida no vale nada. Quizá los doctores se pasaron, mal por ellos. Pero estos africanos no tienen porque andar opinando. Suena feo, pero los doctores no dijeron mentiras. Antes se hacían experimentos médicos con prostitutas, ¿y qué? Quizá estuvo mal, pero gracias a esos experimentos, ahorita estamos bien. Señores, señoras, entiéndanlo, no son tiempos para andar de sensibles, hay que actuar, se necesitan soluciones prácticas, prác-ti-cas. La intención de los médicos era buena, realizar pruebas médicas en África para encontrar una cura a la enfermedad que hoy nos azota. Vivimos tiempos difíciles querido espectador, son tiempos realmente confusos, pero hay que olvidar los rencores, perdonar, no podemos vivir siempre en el pasado culpando a los países colonialistas por nuestras desgracias. Hay que ver hacia el futuro. Hoy más que nunca, debemos unirnos por que siguen las malas noticias. Nuestro presidente ha sido contagiado del virus y será relegado de sus labores. El partido cristiano liberal, ha delegado el poder ejecutivo a una junta militar asesorada por economistas y científicos. Confían plenamente que con conocimiento y disciplina, podremos salir adelante. Desafortunadamente, el crimen no descansa ni siquiera en tiempos de pandemia. Anoche, un delincuente asesinó a otro hombre en su intento por asaltar una agencia de publicidad. La policía lo busca y lo considera sumamente peligroso. En estos momentos tan difíciles, sólo nos queda encomendarnos al señor, dios los bendiga a todos ustedes.

¡Es todo amigos, y que tengan muy buenas tardes!

David Alejandro Coronado

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