Freak Antishow – Parte 1 de 2

“FREAKS ANTI SHOW”

SEGUNDA PARTE DE “CIRCO, TERAPIA Y TEATRO”

PERSONAJES YA CONOCIDOS

Bernardo Rivera.

                                                          Iñaki Rugarcía.

Jade Martínez

(en Flash Back o como fantasma)

PERSONAJES NUEVOS

Alexis Nonato: Originario de Salina Cruz, Oaxaca; pero criado en Ciudad Netzahualcóyotl, México, D.F. Joven prestidigitador de 20 años, aspira a estudiar la carrera de Sociología. Es amante del punk y tiene una fuerte ideología anarquista.

Bernardo Martínez: Originario de Matehuala, San Luis Potosí; pero radicado desde hace muchos años en Monterrey, Nuevo León.  Medio hermano de Jade y dos años mayor que ella, aunque no se educaron juntos sí le tenía cariño por ser su única pariente. Sicario y amante del Stand Up Comedy enfocado al humor negro y al tema del narcotráfico. Dice haber estudiado Artes Escénicas en Monterrey, pero en realidad solo llego a la Preparatoria.

Lucia Samperio: Originaria de Mercedes, Uruguay; actualmente radicada en Guadalajara. De unos 36 años o más. Estudió la Licenciatura en Filosofía en Montevideo, ciudad en la que radico por mucho tiempo. Además de también tener conocimientos en artes circenses y ser una dibujante sobresaliente que siente inquietud por lo cursos que imparte Bernardo Rivera. Es contratada para infiltrarse y llegar hasta él e Iñaki; pero oculta un enorme secreto que saldrá a la luz. Poco a poco también se convertirá en ejemplo a seguir por Mariana.

Mariana Ferrer: Originaria de Guadalajara, Jalisco. Típica estudiante tapatía de Preparatoria Incorporada de 17 o 18 años aproximadamente. De momento es una sencilla estudiante sin muchas pretensiones, pero el noviazgo repentino con Alexis la está moldeando arduamente. Le está comenzando a gustar el punk y el anarquismo. Ya quiere apoyarlo en sus espectáculos mágicos.

Lugar: Guadalajara, Jalisco.

Época: Actual.

PRIMER ACTO

PRIMERA ESCENA

La escena comienza con un Bernardo y un Iñaki que colocan una mesa en el centro del escenario, junto con dos sillas en las que se sientan para servirse café en dos tazas con una cafetera de prensa francesa. Es Bernardo el que sin levantarse de la silla y tomando café comienza a hablarle al público.

Bernardo: Hola y gracias por venir de nuevo, creo que ya nos conocemos y a los que no, levemente nos volveremos a presentar (Se pone de pie y ahora lanza una especie de monologo).

Mi nombre es Bernardo Rivera, nací en Parral, Chihuahua. Soy Licenciado en Letras Hispánicas, artista circense, guionista de cómic e intento también ser dibujante. Llevé una trayectoria de 10 años como profesor de Bachillerato, esto último en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, México. Cometí el error de mi vida al vivir en unión libre con una mujer llamada Jade Martínez (ella aparece a manera de fantasma y comienza a hacer una sensual danza a su alrededor en donde con frecuencia lo besa y abraza). Ambos hicimos un viaje juntos del cuál no daré más detalles y luego de eso me traicionó. Se fue dejándome casi en la indigencia. Por azares del destino terminé por avecindarme en esta ciudad; Guadalajara, Jalisco, México. Gracias a que encontré a las personas adecuadas pude renacer de mis cenizas (Jade saca de nuevo su revólver de entre los senos y le apunta tal como ocurrió en la primera parte de esta saga). Sin embargo, salí airoso incluso de su intento de castigo injustificado y ella misma acabó con su propia vida (ella de nuevo hace la acción final de comerse la bala con la que terminó la primera obra. Cae muerta y luego sale del escenario). Le lloré como nadie; pero ahora veo que era necesario. Luego de eso hice otro viaje al sur del continente y hoy por hoy vivo estable en el centro de Guadalajara. Entre esas personas que me ayudaron…

Señala a su compañero sentado a un lado de él, se sienta a tomar café y al instante es Iñaki el que ahora se levanta.

Iñaki: ¡Mi nombre es Iñaki Rugarcía! Nací en Granada, España. Soy dibujante de tebeos, pintor al óleo, profesor de Bachillerato y algo que no os había dicho, promotor de bandas de Heavy. Tengo un hijo con una mujer mexicana, que de igual manera me dejó en pobreza extrema. Yo estaba con Bernardo ese día y controlé a un tío de puta madre que murió en manos de esa loca. ¡Ahora me ha devuelto el apoyo! ¡Yo también me estoy levantando, joder!

Bernardo: Ahora rentamos cada quien un cuarto; pero vivimos en un mismo edificio con otros siete inquilinos.

Iñaki: Ya estamos también recibiendo una pequeña paga por haces tebeos. Con eso y otros trabajos, ya nos alcanza para el rancho.

Bernardo: Y nos estamos dando a conocer, en específico yo ahora le escribo un guión a una bella dibujante que conocí en mi viaje a Sudamérica. 

Iñaki: ¡Y hombre! Yo este fin de semana traigo a una banda del D.F. ¡Aquí entra tu jodido ahijado!

Bernardo: Sí, pero para contar esta parte será necesario cambiar un poco de escenografía y recordar a cierta mujer que muchos ya conocen, esto fue antes de que me llevara a la ruina, cuando aún vivíamos juntos.

Aparece Jade con su característica apariencia, jala una banca propia de un parque mexicano mientras Bernardo e Iñaki se llevan la mesa. Ella se sienta en el mueble que colocó en el centro del escenario, luego el que fue su pareja toma asiento a su lado y la abraza.

Bernardo: Ese día por alguna razón no habíamos peleado ni discutido, ahí fue cuando apareció un muchacho con una fuerte apariencia de punk que no sólo decía ser un mago callejero, sino que lo era.

De un extremo entra Alexis, un jovencito de aproximadamente 20 años. Sí tiene un fuerte porte de punk, carga una mochila con una bolsa de dormir. Se acerca al público y comienza a hacer un show de magia de aproximadamente 5 o máximo 10 minutos. Bernardo y Jade sólo lo observan hasta que termina y sube con ellos al escenario.

Alexis: ¿Una cooperación para este prestidigitador callejero?

Jade: ¡Dale algo! ¡Se lo merece!

Bernardo le entrega una moneda y el muchacho agradece.

Jade: ¡Dale más! ¡Un billete, aunque sea!

Le entrega un billete al joven.

Bernardo: ¡Me sales cara!

Jade: ¡Eres bueno hijo! ¡Yo también trabajé como ayudante de magos profesionales! ¿Tienes en dónde pasar la noche?

Alexis: Pues no creo sacar lo suficiente para el hotel; pero traigo mi bolsa de dormir.

Sale de la escena.

Jade: ¡Ay! ¡Se está acostando en ese rincón! Y lo van a mover los policías. ¡Por favor hay que meterlo a la casa!

Bernardo: ¡¿Y si trae malas intenciones?! ¡¿Qué tal si es un vendedor de droga?! ¡¿Qué tal si está huyendo de la policía o de gente peor?!

Jade: Se le ve en su porte que es un buen muchacho, tú alguna vez también dormiste en la calle y me dijiste que no es muy agradable.

Bernardo: ¡Es horrible!

Jade: (Tomándolo de las manos) ¡Por favor! ¡Sólo por esta noche! Tú, me rescataste de muchas cosas, ahora rescatemos a alguien más que quizás también lo necesita.

Bernardo: (Enérgico y poniéndose de pie) ¡Vas a entrar primero y te vas a poner tus mallas con mi sudadera! ¡Así vas a dormir hoy! ¡Cada cierto tiempo voy a estarlo mirando y cualquier conducta sospechosa se larga!

Jade: (Ella se levanta, lo besa en los labios y lo abraza) ¡Gracias! ¡No te vas a arrepentir!

Bernardo: (Saliendo de escena) ¡Hijo! ¡Ven a pasar la noche a nuestro cuarto! ¡Te invitamos!

Ambos vuelven a escena el joven mago luce muy contento.

Bernardo: Esta es mi esposa Jade y mi nombre es Bernardo. ¿Tú cómo te llamas y de dónde eres?

Alexis: Me llamo Alexis, soy originario de Oaxaca; pero pasé gran parte de mi vida en Ciudad Nezahualcóyotl, en el “Defectuoso”. Ahora de nuevo vivo en Salina Cruz; pero se presentaron problemas y tuve que salir de ahí de la noche a la mañana para proteger a mi familia. Agarré un tráiler; pero no me podían llevar en la cabina, así que me fui en la parte de atrás. Y cuando menos me lo esperaba ya estaba hasta acá.

Bernardo: (Aparte) ¡Al principio no le creí! Poco a poco fui corroborando todo lo que nos contó esa noche. Y lo interesante fue la actitud de esta mujer, como una persona que después corroboré todo lo mala que puede ser, en ese momento para justificarse hizo cosas buenas. Y total que esa noche durmió en el cuarto que en ese tiempo rentábamos mi mujer y yo.

Jade y el jovencito Alexis se colocan en el centro y continúan haciendo una especie de show de magia en conjunto, en donde ella le va enseñando cosas que había aprendido de magos profesionales con los que trabajo. En conjunto el nuevo show también ha de durar a lo mucho diez minutos.

Bernardo: Se quedó más de lo debido, poco a poco corroboré que no estaba mintiendo, de hecho, lo ayudamos un poco para su pasaje. Luego de eso, establecimos comunicación electrónica. Estaba muy agradecido con esta mujer y conmigo. ¡Hasta nos empezó a llamar padrinos! Y no podían faltar las palabras de la mujer que en ese tiempo aún amaba…

Jade: ¡Tengamos un hijo así! ¡Qué se parezca a ti! ¡Qué siga nuestros pasos si es que eso lo hace feliz o que establezca su propio camino!

Bernardo: Luego de eso, pasó lo que tenía que pasar y fui traicionado, entonces este muchacho que no es tan tonto como yo pensaba, pese al chantaje de su madrina, se dio cuenta de la situación y le dejó de hablar a ella. Fue a mí a quién decidió seguir. ¡Aunque sí lamentó mucho su muerte! ¡Cómo también lo hice yo!

Alexis: Ahora por fin pasaré una temporada con mi padrino. ¡Viajaré a Guadalajara con un grupo de punk que llevó su roomie! Y voy a quedarme ahí una temporada, tratando de ser cada vez un mejor mago. De hecho, ya me convenció de entrar a estudiar y me interesa arduamente la carrera de Sociología, pues soy un anarquista.

Bernardo: En base a la formación que tengo en artes circenses y en aspectos humanísticos lo estoy orientando para que mejoré en lo que hace, elija una buena decisión y demás. También se la ha llevado muy bien con Iñaki. Y en apariencia todo va bien en mi vida, pero no es así.

Entra Iñaki.

Iñaki: ¡Las consecuencias! ¡No podréis huir nunca de las consecuencias! Y resulta que esa tía de Jade, tenía un medio hermano.

Bernardo: ¡Sicario para variar! Pero el problema es que nos culpa de su muerte, pese a que los que vieron la primera entrega de esta saga ya saben cómo ocurrieron los hechos. ¡No creció con ella!

Alexis: ¡Pero le tenía cariño a mi madrina por ser su único pariente! Y anunció con presentarse el día de hoy para hacer el reclamo conveniente por la muerte de su media hermana. ¡Todo el mundo le explicó cómo había estado todo! Y como mago profesional que era, pude confirmar por mi cuenta todo lo que ocurrió con el tal “Ojos de Sapo”. ¡Era un hijo de la chingada!

Iñaki: ¡Estamos limpios joder! ¡Pero ese tío no lo cree así!

Bernardo: Y tiene todo el derecho de dar su versión de los hechos, tal como él lo ha interpretado. ¡Dejemos que se presente!

Los tres salen del escenario y sacan la banca. De nuevo hay un cambio en la escenografía dando paso a un show que ahora dará el medio hermano de Jade.

SEGUNDA ESCENA

Dejan el escenario sin muebles, entra Bernardo el medio hermano de Jade, coloca un sofá y se sienta de espaldas al público. Viste camisa de manga larga, pantalón, botas vaqueras y como rasgo característico lleva un cinturón con dos pistolas. Es rubio, de barba de candado y pese a no haber sido hijos de la misma madre, sí se parece mucho a Jade. Se pone de pie frente al público y como todo un profesional se pone a recitar un monologo gesticulando mucho con su cuerpo.

Bernardo Martínez: Hola a todos, ahora voy a lanzar eso que llaman monologo y estoy en todo mi pinche derecho de hacerlo. Mi nombre es Bernardo, sí igual que este puto feminicida, y creo que ya también saben que el padre de Jade y mío se llamaba así. Soy hijo de ese pinche payaso alcohólico que no hizo nada en su vida. Sólo que a mí me educó otra mujer, ese hombre estuvo más ausente de mí. De muy niño también emigré con mi jefa a Monterrey, de vez en cuando coincidía con esa carnala que sí quería mucho a nuestro padre. Y creo que lo saben, no vivíamos juntos, pero sí nos veíamos con frecuencia, por lo que le tomé mucha estima por ser mi único pariente que conocía de por parte del cabrón que me procreó. Crecimos en la miseria, ella tomo el camino de las artes escénicas que yo también quise tomar, mi principal deseo era ser comediante de “Stan Up” y terminé siendo un sicario de mierda. No me mal juzguen, no tenía otra alternativa para poder ser quien verdaderamente quería yo ser, de hecho, no logré hacer carrera en las artes escénicas, siempre quise estudiar Arte Teatral en la Universidad Autónoma de Nuevo León. Pero a lo mucho terminé el bachillerato. No encontraba la forma de ganarme la vida como yo lo deseaba, así que me fui por el camino fácil y entré a formar parte de un cártel. Fue increíble como comencé a ganar dinero tan rápidamente. En muchas ocasiones, no es malo limpiar a la sociedad de gente que sólo estorba en este mundo. Eso lo supe la vez que asesiné a un zacatecano que no había hecho otra cosa que no fuera odiar al prójimo a lo largo de toda su puta vida. ¡Le hice un favor a este mundo al tronármelo! Ahora que ya estoy viviendo una vida digna y verdaderamente combatiendo la pobreza en la zona metropolitana de “La Sultana del Norte”, voy cumplir con mi sueño de ser comediante. Puse un bar dedicado al “Stand Up Comedy” que es negocio mío y le doy trabajo a estudiantes. ¡Lo que nuestro gobierno no es capaz de hacer! ¿Ahora me piden que no mate al asesino de mi hermana? Con frecuencia ella y yo nos veíamos en Monterrey. Aún recuerdo la última vez que fue a visitarme. Y yo la recibí con gusto. ¡Aquí haremos una leve pausa al monologo!

Él acomoda el sofá y entra de nuevo Jade, en calidad de que los hechos ocurrieron antes de su muerte.

Jade: ¡Hola hermano! ¿Cómo te ha ido en esto tiempos tan duros?

Ambos se sientan en el sofá.

Bernardo Martínez: Para alguien como yo, ningún momento es difícil. Carnala, deja de tener prejuicios y ven a ayudarme. Tengo un nuevo bar en donde podemos presentarnos. ¡También has sufrido bastante! Deja que tú medio hermano te ayude en donde nuestro alcohólico padre no fue capaz.

Jade Martínez: ¡Tú nunca lo recogiste tirado en la calle! ¡Una vez se puso tan loco que sí intentó abusar de mí pues no me reconocía! Y sabes que he tenido muchas invitaciones, tanto tuyas como de tu competencia.

Bernardo Martínez: (Molesto y enérgico) ¡Te he dicho que no aceptes invitaciones de los cárteles rivales! ¡Eso nos pone en peligro a los dos!

Jade Martínez: Muchos me conocen en esta ciudad, eso en base lo que alguien dice que es mi estilo de vida. Lo bueno es que no pasa de eso, de ser conocida por lo que hago. De hecho, hice algo que no pensé hacer. ¡Ya vivo con alguien!

Bernardo Martínez: (Sorprendido) ¡No puede ser! ¿Quién es la persona con la que ahora vives? ¿También un sicario?

Jade Martínez: No, un simple Profesor de Bachillerato, también hace artes circenses entre otras muchas cosas. También escribe y dibuja historietas, quiere que lo acompañe a hacer un viaje largo fuera de la ciudad. ¡Y lo haré!

Bernardo Martínez: ¡No te lo puedo creer! ¡Te enamoras de alguien que nunca será rico! ¡Un pobre maestro! Y a tal grado llega eso que llamas amor que hasta lo vas a acompañar a un viaje a quién sabe dónde. Quizás no tenga la misma responsabilidad que hubiera tenido si fuéramos hijos de padre y madre. ¡Pero si te hace algo ese cabrón lo voy a matar!

Ella se levanta y sale de nuevo del escenario. Él continua con su monologo.

Bernardo Martínez: Y total se va con ese fulano. Regresa, emigran a Guadalajara y al poco rato me entero que está muerta. ¡Ya escuché la versión de los hechos! Dicen que fue suicidio y que antes de quitarse la vida asesinó a ese otro cabrón que yo conocía a la perfección, “El Ojos de Sapo”. Y francamente, no lo puedo creer aún. ¡La policía siempre miente y se deja comprar por unos cuantos centavos! ¡Supe que todo fue en la casa de un pinche gachupín! Y que los dos quedaron libres de cargos, el tipo con el que vivió mi hermana volvió a viajar a Sudamérica. ¡Pero que ahora ambos viven en un mismo edifico de inquilinos en el centro de Guadalajara! ¡Antes el español vivía en Tlajomulco de Zúñiga! Por lo que creo que será necesario hacerles una visita personal para aclarar algunas cosas sobre la muerte de mi hermana. Sé que todo el mundo dice que ella se lo tenía merecido por traición y por ser una mujer fatal. ¡Ya escuché la versión que dice que dejó al tipo en la calle de la noche a la mañana! ¡Qué toda la culpa fue de ella! ¡Qué este par de cabrones sólo se defendieron y en un arranque ella mató a “Ojos de Sapo”! Sobre todo, ya escuché lo último, que ante la desesperación de haber matado a alguien y ante la petición del hombre que la amaba de rehacer su vida con él, ella prefirió comerse la bala. Primero habrá que confirmar todo lo ocurrido, de otra forma, ese par son los que tendrán que comer plomo de la boca de “Matilde” y “Carmelita” (saca sus pistolas pues al parecer, él las ha nombrado con dichos nombres). ¡Gracias por su atención!

TERCERA ESCENA

Aparece Jade y de nuevo hace un espectáculo circense, ahora con boleadoras no al estilo de las que se utilizan en el baile argentino que son muy ruidosas, sino de ese otro estilo más ligeras y óptimas para que las utilice una mujer. Así comienza una danza con malabares de diez minutos y posteriormente lanza su monologo:

Jade Martínez: Y ahora resulta que yo no puedo decir nada. ¡Muchos ya escucharon mis motivos! Ahora que he muerto y se supone que me inmolé a mí misma por locura y desesperación. He de decir que fue lo mejor, si aún viviera con este hombre quizás ya nos hubiéramos matado los dos. Además de que sobra decir que nunca se hubiera levantado de una situación de pobreza extrema estando aún a mi lado. Nunca hubiese viajado a Sudamérica con mis celos y mi toxicidad, ya lo habría metido en otros problemas. No estaría en la posición económica de apoyar a este gachupín, pues tendría que mantenerme y cumplir mis caprichos. De lo que no digo nada es de este muchachito. También le tomé una gran estima, no niego que también lo estaría ayudando y promovería que él lo siguiera haciendo. Y ahora mi medio hermano toma cartas en el asunto sobre mi muerte. No creé que me haya suicidado, aunque todos sabemos que sí lo hice. En mi locura lo he de proteger a él para que cometa una falsa venganza con la que pueda lograr lo que yo no pude en vida. Bernardo e Iñaki pudieron conmigo y con ese imbécil de “Ojos de Sapo”. ¡Mi hermano es mucho más peligroso! ¡Desde el infierno lo bendigo para que logre su cometido!

Sale del escenario. Entra su hermano y no se distingue escenografía alguna.

Bernardo Martínez: Gran problema para encontrar a este fulano. En el ámbito en el que me desenvuelvo no es tan fácil localizar a un pinche Profesor de Bachillerato, pero eso sí, a alguien de la competencia lo ubico en cinco minutos. Quizás en Monterrey hubiera sido más fácil pues conozco a la perfección la ciudad, pero aquí es más complicado también soy foráneo. Me tuve que meter en ambientes desconocidos, que me llevarán directamente a estos dos. Sólo tendré que promoverme como un interesado en aprender cómic que recién ha llegado a Guadalajara y que estoy en busca de algún profesor particular. Eso automáticamente me lleva a recibir una visita de Iñaki Rugarcia que precisamente en este momento está en una situación extrema. Así que lo cité primero en un café.

A sus espaldas, el resto de los actores colocan la escenografía propia de una cafetería. Él se sienta en una mesa que se colocó y toma una taza de café, coloca una serie de dibujos y espera.

Bernardo Martínez: En eso coincidimos mi carnala y yo. ¡Nunca se nos dio el dibujo! En este caso, no son míos sino de un muchacho de Monterrey que más o menos sabe dibujar. Voy a darle una impresión de estar interesado en sus servicios e ir a su casa a tomar clases.

Entra Iñaki, trae hojas de dibujo y lápices como cuando precisamente se dirige a dar una asesoría particular.

Iñaki: ¡Buena tarde! ¿Es usted Bernardo Martínez?

Bernardo Martínez: Sí, creo que usted debe ser el Profesor Iñaki Rugarcía. (Aparte y poniéndose de pie) ¡Tenía razón mi carnala! ¡Es un desgraciado hyppie! (Hacía él) Sí, yo soy el interesado en mejorar mi dibujo para una historieta que quiero hacer para honrar a mi difunta hermana. ¡He aquí lo que llevo!

Iñaki se sienta, comienza a observar los originales muy detenidamente con cierta expresión de asombro que su interlocutor no alcanza a descubrir.

Iñaki: ¡Es bastante bueno! Además de que la trama es excelente. Le seré sincero, creo que usted no necesita pulir su dibujo, ni su narrativa. Es más, debería meter esto a concurso para su respectiva publicación. ¿Conoce la editorial “Salta Para Atrás”?

Bernardo Martínez: (Desconcertado totalmente) ¡No, no la conozco! Es que acabo de llegar a la ciudad. Soy de Monterrey.

Iñaki: Precisamente esa editorial es de Monterrey. ¡Joder! ¡Usted podría triunfar desde ahí! Desde que vivo entre vosotros, ahí he visto a los mejores dibujantes de este país. Y con permiso me debo de retirar.

Bernardo Martínez: ¿No me va a dar clases?

Iñaki: ¡No lo necesitáis! ¡Quizás debería buscar a alguien que lo asesore en narrativa! ¡Un guionista!

Bernardo Martínez: ¿Usted conoce a uno verdad? (Enérgico) ¡Deme sus datos! ¡Me urge verlo frente a frente!

Iñaki: (Colocando algo en la mesa y retirándose de ahí) ¡Contáctelo usted mismo!

El ibérico hace mutis y sale del escenario, una vez fuera el sicario se nota muy enfurecido por su fracaso, tirando los muebles del lugar sale de ahí con todo y los originales que llevó. Entran los dos roomies que levantan las sillas y ahora toman cervezas. Se sientan frente a frente en una actitud de mucha camaradería.

Bernardo: ¿Estás seguro que era el hermano de Jade?

Iñaki: ¡Qué gilipollas! Mostró dibujos originales de un tío de Monterrey que ya está publicando en Barcelona. Dijo que eran suyos y que necesitaba asesoría.

Bernardo: En eso se parece a la hermana, además de que no conocía a los de “Salta P’a Atrás”. Aquí no hay muchos docentes de ese tipo, por allá sí, esa editorial también tiene escuela en donde ofertan cursos. Y ese interés en contactarme cuando muchos dicen no necesitar a un buen argumentista. También eso lo delató fácilmente y ahora que vi su foto en la web que te contactó no lo dudo. ¡Esos rasgos son los del padre de Jade! ¡Me quiere chingar este pendejo!

Iñaki: ¡A ti y a mí joder! ¡Eso lo noté en los ojos con los que me miraba!

Bernardo: Ahora viene lo interesante. ¿Qué vamos a hacer con un sicario que ha venido a la ciudad sólo a tratar de chingarnos?

Entra Alexis con una cerveza en la mano.

Alexis: Tengo una idea para los dos, que tal si nos vamos unos días fuera de la ciudad, me encantaría que conocieran a mis padres que viven en Oaxaca. Mientras tanto, ese narco se hará pendejo un rato.

CUARTA ESCENA

Entra Bernardo Martínez, con un micrófono en la mano, dispuesto a dar una especie de Stand Up Comedy.

Bernardo Martínez: El otro día caminaba por la Plaza Liberación de Guadalajara, que de hecho no es lo mismo que caminar por la Macro Plaza de Monterrey. Y veo a mucha gente que se me acerca, un homosexual que me dice que estoy bien guapo. Sólo sonrió, se me vuelve a acercar y me pregunta si podemos ir a un Motel. De nuevo le lanzo una sonrisa, le digo claramente que alguien más estará con nosotros. El joto se turba y pregunta en su característico tono. ¿Quién más? (Se levanta el saco y muestra una de sus pistolas) mi amiga Matilde. ¡La vas a conocer si no te largas! El infeliz se va como alma que lleva el diablo y puedo seguir caminando por esta mi nueva ciudad. Es a otro a quien quiero encontrar. ¿Dónde podría estar un tipo como mi ex cuñado? ¿O que me puede llevar a encontrarlo? Sobre la marcha por fin encontré un curso que va a impartir, tuve que inscribirme y pagar todo, será en un instituto un tanto peculiar, tengo entendido es de religiosos católicos. Me entere por medio de un cartel publicitario, el problema es que ahora no podía correr el mismo riesgo de que me descubran. Mi carnala siempre tuvo la razón, no son tontos ese par, de hecho, son muy duros de roer. De hecho, el mentado curso será sobre “Filosofía en el Comic”. Así que no me inscribí yo, pues al instante me hubiera reconocido, sino que mande a una joven que contrate, una bellísima uruguaya, que dice llamarse Lucia. Será mi infiltrada, la mera neta dibuja de poca madre, además de que también tiene un arduo conocimiento de esas madres que se llaman filosofías. La intención es que se gane la confianza del tipo para emboscarlo, cosa que no será difícil para esta vieja. No sabrá que estoy detrás de él, hasta que tenga a “Carmelita” o a “Matilde” apuntándole a la frente (saca una de sus pistolas y dispara sorprendido de que no haya pasado nada saca la otra y ocurre lo mismo). Ese día espero traer balas (pudo hacer este movimiento sin problema alguno cambiando de lugar el micrófono ya sea que las tenga en funda sobaquera o en el cinturón). Y, de hecho, después espero echarme al plato a mi espía, que quedo de visitarme el día de hoy.

Lucía entra por un extremo y lo sorprende.

Lucía Samperio: ¡Buena tarde! ¿Puedo entrar?

El sicario se guarda rápido las pistolas y tira su micrófono por el otro extremo para que no sospeche nada.

Bernardo Martínez: ¡Claro que sí! ¡Pase señorita!

Ella se pone frente a él sin tapar al público. Es arduamente bella, se recomienda que sea una mujer de piel blanca con un negro cabello.

Lucía Samperio: Ya me he inscrito al curso como vos me ha pedido. De hecho, este boludo es buenísimo. ¡Me está encantando como imparte las clases!

Bernardo Martínez: Me han dicho que no es tan bueno dibujando.

Lucía Samperio: No, pero domina la pedagogía. Y aunque yo pode dibujar mejor, estructura las bases para hacerlo bien.

Bernardo Martínez: Eso mismo me decía mi carnala, el tipo tiene una genialidad poco usual que a veces combina con locura. Me dijo que triunfó en Bachillerato.

Lucía Samperio: Ya nos lo dijo. ¡Diez años estuvo trabajando en Preparatoria! Hay una gurisa de muy buen ver que ya fue su alumna. Es enfermera y la mandaron para acá.

Bernardo Martínez: Vaya, que pequeño es el mundo. De seguro que también conoció a mi hermana. Pero bueno, lo importante es que ahora no sospecha nada al respecto.

Lucía Samperio: No, el muy pelotudo me ve como la más interesada. ¡La estrella de su curso! ¿Ya me ofrecí a ayudarle al boludo?

Bernardo Martínez: ¿Y qué dijo el buey? ¿Ya está babeando por ti?

Lucía Samperio: ¡Es profesional! No acepta ayuda fuera del aula. ¡Pero tengo una idea!

Bernardo Martínez: (Aparte) Esta mujer me parece arduamente profesional también, de hecho, entiende a la perfección el mundo en el que este cabrón se desenvuelve. ¡Me recuerda mucho a mi hermana! ¡También es una mujer fatal como ella! (A ella) Bien, gauchita. ¡Cuéntame cuál es tu idea para agarrar a este desgraciado!

Se apagan las luces y aparece el joven Alexis.

Alexis: Bien, pues les comento que ahora nos tendremos que tomar un pequeño descanso, pero antes de eso que alguien escoja una carta.

Interactúa muy brevemente con el público con dos o tres sencillos trucos de cartas y posteriormente se despide para que caiga el

TELÓN

Gerardo Martínez Acevedo

«Efrén Bantú»

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