Saludos, amables lectores.

En febrero, el mes del amor, Uk se sintoniza con ese sentimiento.

Con permiso del buen Sabines.

Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.

Vemos conflictos a nivel mundial como el que protagonizan Rusia contra occidente, amor apache que le llaman, y ello nos da material para relatos apocalípticos o bien ucronías de las buenas.

Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.

En un terreno más tecnológico sigue el pleito entre los ilustradores y las inteligencias artificiales, más tropos para escribir ciencia ficción que puedas lanzar a convocatorias internacionales. O mejor un: enviarlas a tu revista El Ojo de Uk, para ver tus letras en este espacio.

Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.

Los virus contra nuestro sistema inmunológico, tal vez aquí quepa nuestro amado horror.

Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.

El dólar contra el peso y el amor contra el desamor, que ello inspire fantasía a poetas y poetisas.

Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.

Que triunfe lo mejor.
Que triunfe nuestro amor a las letras de nuestros autores.

Samuel Carvajal.