Los sermones del obispo de Marte.

SERMÓN PRIMERO. LA NUEVA DIÓCESIS.

2
(En escena un púlpito, y desde él, un hombre con los distintivos propios de una alta
autoridad eclesiástica se dirige directamente al público)
ÉL:
Bien, por fin estoy aquí, ha sido un viaje larguísimo, y me encuentro fatigado …
A casi todas las modalidades biológicas que hay en este templo os conozco de oídas…
En fin, supongo que poco a poco, me iré familiarizando con vuestros rasgos…
En el caso de los que tenéis rasgos, claro…
Porque…
En el caso de los especimenes amorfos…
Pues nada…
El caso es que, como nuevo Obispo de la Diócesis es para mí un reto muy excitante el
poder conducir el libre albedrío de vuestras almas a Cristo…
Los que tengáis libre albedrío…
Claro…
Porque los que estáis cibernéticamente programados …
Pues … en fin… como iba diciendo …
Es para mí un honor ser la máxima autoridad eclesiástica en este planeta, que poco a
poco va admitiendo la superioridad moral del mensaje cristiano, capaz de facilitar no
solamente la vida espiritual, sino también la vida material…
En fin me refiero a los que tenéis materia…
Porque los que sois anti-materia…
Pues ejem…
(Está visiblemente agobiado. Le falta el aire)
ÉL:
Este es mi primer día en Marte, no estoy demasiado acostumbrado a respirar vuestro
aire artificial. Sin embargo no quería dejar pasar la ocasión de saludar a mi rebaño en
este primer sermón, y estoy seguro por vuestros rostros…
Y sucedáneos…
Que vais a hacer que me sienta, aquí, como si estuviera en mi propia casa.
Hijos míos, arrodillaos…
En fin…
Los que tengáis rodillas, se entiende…
Como todavía no estoy muy familiarizado con vuestra “peculiar” anatomía
extraterrestre, os dejaré aquí, en el suelo, las Sagradas Formas, de modo que cuando yo
me retire, a vuestra entera libertad, hagáis uso de ellas…
Por favor os ruego que no salpiquéis demasiado el altar mayor, con vuestras sustancias
digestivas. Me retiro, pues…
Amén.
(Se apresura a salir. OSCURO)

3

SERMÓN SEGUNDO. LA PROVINCIA MARCIANA.

4

(En esta escena, nuestro personaje aparece más informal)
ÉL:
Queridos hermanos, hoy celebramos “La Festividad del Robot Devoto”, y en tan
hermosa ocasión quiero dirigirme muy especialmente a vosotros, objetos dotados de
apariencia humana, que realizáis las tareas más serviles.
Hoy estará a vuestra disposición el Sacramento de la Confesión.
A todos los androides que os confeséis os borraremos de vuestros circuitos de memoria

los hechos perversos que hayáis cometido, así que podéis acercaros al laboratorio-
confesionario, y allí el confesor-programador, operará lo necesario para poder daros la

santa absolución.
Y a vosotros, aliens aborígenes de Marte, también os bendigo. Este planeta está dotado,
por el Altísimo, con infinidad de bienes y riquezas. Sin embargo los subversivos no
paran de enarbolar una y otra vez un funesto vocablo: el Colonialismo.
¿Es acaso Colonialismo asesoraros para el aprovechamiento de unos recursos
combustibles o minerales que eran ignorados por los nativos, desconocedores de la
inmensa riqueza que su mundo poseía…?
En cualquier caso, no os debéis dejar llevar por la desesperación. El trabajo en las
minas de Marte es duro, lo sé, pero mayores fueron los padecimientos de los fundadores
de nuestra Iglesia, con Cristo a la cabeza. No quiero acabar el sermón de hoy, sin
aclarar un rumor muy extendido, en torno a una cuestión muy principal, me refiero al
Misterio de la Santísima Trinidad que nos desvela que Dios es a la vez Uno y Trino, es
decir que es tres personas en una sola. Y no es que Dios tenga un par de clones, tal y
como tenéis algunos de vosotros, para utilizar uno es situaciones arriesgadas, y otro en
estado de hibernación para suministraros órganos vitales en caso de enfermedad. Dios
no tiene clones serviles, de hecho la Iglesia Católica se opone radicalmente a la
clonación.
Tener un clon es ir contra la doctrina que Dios nos dictó.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor.
(Oscurece lentamente la escena)

SERMÓN TERCERO. UN SUCESO EXTRAORDINARIO.

5
(El Obispo, en esta escena, viste una especie de mono blanco, con una gran cruz roja en
la parte delantera. Su cabeza está cubierta por una especie de escafandra. Lleva
consigo un medidor de pureza del aire. Lo mira. Se quita la escafandra e inicia el
responso)
ÉL:
Nuestra Señora la Virgen María Madre de Dios, se ha manifestado aquí en nuestro
planeta pecador.
Ha sido al amanecer, la Inmaculada se le ha aparecido a un pequeño robot que a esa
hora manipulaba material radioactivo en una planta de energía nuclear, el inocente
androide sintió un destello que al principio creía que procedía de los residuos que
manipulaba, pero de pronto fue cegado por una luz más poderosa que la producida por
cualquier sustancia atómica, y fue testigo de cómo unos angelitos sonrientes
revoloteaban por entre los depósitos de uranio enriquecido.
Entonces apareció Ella. La Purísima.
Su hermosa y resplandeciente corona se elevaba hasta la bóveda del complejo
energético, su manto sembrado de flores flotaba etéreo por entre las cápsulas de fisión
nuclear.
Ante semejante demostración de la gloria del Cielo, el hasta entonces impío robot, cayó
impresionado de rodillas y activó su circuito de audio para proferir atónito y con tono
entrecortado:
“¿Qué queréis de este pobre pecador, Madre y Señora mía?”
En ese momento el destello se hizo aún más fuerte, de modo que varias unidades de
seguridad de la central nuclear acudieron, a causa de lo que creían que era una fuga de
energía, y ante su estupor alcanzaron a ver miles de pétalos flotando alrededor de los
conductos, y a un robot de mantenimiento con el sensor de vídeo enfocando hacia el
infinito.
Un Milagro. Sí. Un Milagro.
(Calla y traga saliva)
ÉL:
No debéis, hermanos, creer los falsos rumores relativos a que lo que ha ocurrido, hoy,
en la Central Estatal de Energía Marte 5, ha sido una explosión a causa de una
incorrecta manipulación del núcleo. Nada temáis todos los que no tenéis posibilidad de
adquirir un equipo anticontaminación, que evidentemente se ha extinguido enseguida a
causa de la alarma injustificada, nada temáis, os digo, pues la Virgen Milagrosa os
protege.
Y ahora arrodillaos todos y rezad conmigo: “Nada temo, pues el Señor es mi Pastor…”
(Suenan sirenas estridentes)
ÉL:
AMÉN.

6

(Se coloca la escafandra y sale corriendo) (Oscuro)

SERMÓN CUARTO. JORNADA ELECTORAL.

7

ÉL:
Hoy, queridos hermanos, como sabéis, vivimos un día muy especial. Una jornada
electoral.
¿Son los marcianos lo suficientemente maduros para saber lo que en realidad les
conviene?
¿Un hombre, un voto? ¿Un ser, un voto?
No seré yo quien se oponga al viejo axioma, sin embargo, ¿puede valer lo mismo el
voto de un ser humano procedente de la Madre Tierra, y por tanto dotado de cultura,
conciencia y madurez política, que pongamos por caso el voto de un alienígena confuso,
cegado por no sé qué vanas promesas de emancipación ficticia?
(Silencio)
ÉL:
Me dirijo también a vosotros, a los que pretendéis inaugurar una nueva era, la de la
utópica autodenominada República Marciana. En fin, las urnas deben hablar, y no seré
yo quien las contradiga, pero acaso debe ser tan grande el poder de una caja de plástico
con una ranura en la parte superior. En este contexto, debo decir que es ridículo el
libelo lanzado por algunos, acerca de un escape nuclear que ha contaminado a grandes
masas de población, sobre todo en los suburbios, donde existen menos medios para
combatirla. Lo que realmente se produjo, y ha sido corroborado por las autoridades en
la materia, fue un Milagro.
Y algunos insensatos, en lugar de atender al mensaje que la Virgen María quería
transmitir a su rebaño, andan propagando informaciones que han creado tal situación de
alarma y rebelión, que el gobierno legítimo se ha visto obligado a prometer, a la chusma
embravecida, comicios populares para decidir el rumbo que debe seguir nuestra
comunidad regional, pues es obvio e insoslayable, que Marte no es una nación, como
algunos secesionistas pretenden, sino una región indivisible por geografía y por historia
de la Madre Tierra.
Espero que si, obstinadamente, algunos persistís de un modo tozudo e irresponsable en
acudir a votar, deis un ejemplo de responsabilidad moral a la hora de discernir vuestro
sufragio. De ese modo estaremos demostrando al Universo entero, que existe verdadera
democracia en Marte, y evitaremos a Sus Majestades los Reyes de la Patria, la
incómoda circunstancia de verse obligados a declarar nulos los comicios, como ha
ocurrido en ocasiones precedentes.
Para evitarlo, como podéis comprobar, cada uno de vosotros tiene un sobre en su
asiento, con la papeleta correcta a insertar en la urna. Sé que no me defraudaréis,
queridos hermanos…
(Oscuro)
SERMÓN QUINTO. ARENGA RADIOFÓNICA.

8

ÉL:
¿Se me escucha? Hola. Probando.
(Suena, un tanto metálica y aún más poderosa si cabe, la voz del Obispo, como
consecuencia de una matizada megafonía)
ÉL:
Hermanos que me escucháis con atención y desvelo, en estos momentos críticos, sabed
que no pretendo azuzaros a la pelea fratricida, nada más lejos de mis intenciones, pero
han tenido lugar, en las últimas semanas, actos terriblemente graves, que merecen
respuesta ejemplar. Como por ejemplo el ignominioso estallido popular encabezado por
los líderes de la autodenominada República Libre del Planeta Rojo, así como el
derrocamiento de nuestro venerado Virrey, al que se ha tachado de títere impuesto por
la potencia colonial terráquea, recibiendo la acusación de no saber hacer valer el deseo
identitario de su planeta.
Nada más alejado de la realidad pues, de todos es sabido, que nuestro vilmente
asesinado líder, era un defensor a ultranza de los valores folklóricos y de las
peculiaridades climáticas y gastronómicas que constituían el hecho diferencial de las
Provincias Marcianas.
No seré yo quien defienda que un hombre tome las armas contra otro hombre, pero en
fin, todos los de este planeta no son hombres precisamente, y menos los rebeldes…
¿No?
Con esto no quiero justificar, en absoluto, un derramamiento de sangre… pero, en
realidad, ¿es acaso sangre el líquido verduzco que brota de las heridas de muchas de
esas criaturas pecadoras?
(Se escuchan cercanas explosiones)
ÉL:
No debéis hundiros, en la desesperanza, hermanos que estáis aquí compartiendo este
sermón radiofónico en el Templo Catedralicio. Estoy convencido de que no van a ser
capaces de derribar la robusta puerta principal de nuestra sólida Basílica…
Y si la puerta cediera, confío en que nuestros Santos protectores desviarían en el último
momento el poder devastador de sus cañones láser desintegradores de partículas…
(Se escucha una terrible detonación que lo oscurece todo)

SERMÓN SEXTO. A LOS IMPÍOS.

9
(Aparece el Obispo. Está nervioso, carece del dominio, de sí mismo, del que ha hecho
gala en anteriores sermones)
ÉL:
Hermanos… Camaradas…
Aplacad vuestra ira, os lo ruego.
Estoy dispuesto a escucharos en confesión y a perdonaros, porque todos nos
equivocamos a menudo, y el que esté libre de culpa, que tire la primera piedra…
Era una metáfora, os suplico que no me lancéis esos fragmentos de grupo escultórico
piadoso recién machacado en sacrílego acto. Por favor.
Sé que vuestra cólera os ha llevado a realizar destrozos irreparables en el patrimonio
artístico de este sagrado templo.
Tema aparte y especial consideración merece el capítulo referido a: “Masacre de
sospechosos de simpatizar con la fe verdadera y el gobierno derrocado.”
Me temo que en este ámbito debo expresaros, no sin pesar, mi justa reprobación. Pero
en cualquier caso, me desagradaría que os tomaseis mi constructivo comentario como
una reprimenda. El caso es que mi finalidad es conciliadora. Ante las agresiones,
nuestro Salvador habló de enseñar la otra mejilla.
Hermanos, aún estáis a tiempo de salvaros.
Estoy dispuesto a escucharos en confesión y si el arrepentimiento es sincero, os
libraréis de una eternidad de sufrimientos en los sulfurosos abismos infernales.
(Silencio tenso)
ÉL:
¿Cómo decís?
Ah, que ese castigo ya lo estáis padeciendo en las minas marcianas…
Hombre… no es lo mismo…
Aquí libráis domingos alternos y festivos, en el infierno hay jornada eterna
ininterrumpida
Así que, yo os dejo aquí un momentito para que lo meditéis, ¿eh? Que tengo ahí la
cápsula espacial de salvamento esperando y…
(Sale de escena a hurtadillas, como domador que no quiere despertar los malos instintos
de la fiera. Tras unos segundos, reaparece el personaje, pero parece distinto, su aspecto
es ahora reivindicativo y embravecido)
ÉL:
Camaradas, ¿qué hacéis? ¡Que se escapa!
Os ha convencido con su retórica hueca y sus argumentos pueriles.
Pero… ¿por qué me miráis así? Es por mis ropas, ¿no?, yo visto como él, es cierto,
pero soy uno de vosotros, un explotado. Él me ha liberado para confundiros mientras
huye, pero yo soy…
Esperad, deponed vuestras armas láser.

10

(Se escuchan, entre fulgores, ráfagas silbantes)
ÉL:
Agg. Nooo… Dejad de dispararme… Mierda.
(Cae abatido. Se arrastra malherido. Sale de escena, agonizando. Oscuro)

SERMÓN SÉPTIMO. FUNERALES.

EL:

11
Estimados hermanos en Cristo, hoy celebramos el “Día de la Victoria”. Y llega el
tiempo de restañar heridas y de hacer balance sobre los trágicos sucesos acaecidos.
Todos hemos sufrido terribles pérdidas estos días. Yo mismo, sin ir más lejos, temí por
mi vida, y fui amenazado en este mismo altar, y solo la intervención divina, evitó males
mayores…
En este contexto, debo desmentir, categóricamente, los rumores sin consistencia alguna
acerca de que fue hallado un ser, de extraordinario parecido a mí e idéntico código
genético, muerto en este mismo templo, junto a este púlpito. Debo declarar al respecto,
que yo siempre me he opuesto a la tenencia de clones, y me honro de haber predicado
con el ejemplo.
Y que, seguramente con aviesas intenciones, los rebeldes, al verse derrotados, debieron
urdir algún macabro plan para desacreditarme. Repito: yo no tengo en la actualidad
ningún clon, conservado en la cápsula de crionización contigua a la sacristía, con el fin
de utilizarlo en actos públicos arriesgados o como donante de órganos.
ÉL.
(Más relajado) En fin, amigos, hermanos, la reconquista, se ha consumado. Podemos
respirar tranquilos. ¿Verdad?
La colonización terrestre sólo desea civilizaros, porque vivíais en un estado salvaje
antes de nuestra llegada aquí, no dominabais el lenguaje y os comunicabais con esa
perversa y ancestral telepatía vuestra tan rudimentaria, no conocíais la ley ni el arte
militar, dirimíais vuestros conflictos mediante medios sobrenaturales que sin duda rozan
lo herético.
Ni siquiera conocíais el fútbol, ni las corridas de toros, ni la tortilla.
Las ventajas que nuestra presencia entre vosotros os ha reportado son infinitas, pues de
otro modo jamás habríais disfrutado del enorme surtido de refrescos gaseosos del que
ahora gozáis, ni podríais haber llegado a las semifinales de un campeonato intermundial
de fútbol, como recientemente ha logrado la selección marciana.
Para terminar la celebración de hoy, realizaremos la ofrenda floral a los restos del alien
desconocido que servirá como sentido homenaje para todos los caídos por la Madre
Patria. Amén.

SERMÓN OCTAVO. EMPRESAS.

EL:

12
Sin más dilación, en el día, de hoy, como sabemos que tu visita es fugaz, me dirijo a ti,
mi buen gobernante que has venido hoy, a la casa del Señor.
Yo debo mantener la neutralidad ante los inminentes comicios. Es bueno que el Señor
guíe a nuestros gobernantes y les muestre el camino correcto, pues sufrimos tiempos
confusos…
Evidentemente yo no soy uno de esos elementos radicales que piden la vuelta del viejo
y decrépito sistema de partidos políticos, pues se ha demostrado que las Grandes
Empresas reflejan mucho mejor, que los viejos partidos políticos, la voluntad
ciudadana.
Te aprecio a ti, y al entramado de Marcas Comerciales que representas, pues sé que os
mueve únicamente, no el beneficio económico como ciertas voces subversivas
sostienen, sino el estricto servicio al ciudadano, y prueba de ello es que la entidad
bancaria que forma parte de tu Holding, se ha portado siempre magníficamente con la
obra de Dios, en forma de créditos a bajo interés para el sostenimiento de la institución
eclesiástica, e incluso a través de donaciones tan generosas como la reconstrucción de
esta magnífica Catedral en la que estamos.
Y no es el único agradecimiento que tengo para ti, nuestro honorable líder, sino que
además este planeta, es evidente que debe estar muy agradecido al Grupo Empresarial
que con tanta eficacia representas, pues, como es sabido por todos, explotáis la mayor
parte de las riquezas minerales y energéticas de Marte, y por tanto sois el motor del
desarrollo de este planeta, que os debe gran parte de su actual despegue económico.
En fin, son evidentes por tanto vuestros méritos para repetir legislatura, sin mencionar la
indudable calidad de vuestros productos alimenticios. De hecho, el Vaticano está a
punto de cerrar un importante acuerdo con la marca de refrescos de cola del Holding del
Presidente, de modo que si las negociaciones llegan a buen puerto, en breve plazo en
todos los recintos y en todas las actividades de nuestra Iglesia, aparecerá el logotipo de
la chispeante marca de bebidas que todos tenéis en mente…
En fin, en cualquier caso, no adelantemos acontecimientos pues para mañana como
sabéis está prevista la visita del líder del Grupo Empresarial de la Oposición, que sin
duda tendrá nuevas y sustanciosas propuestas que hacer a esta humilde congregación, y
en su momento, dentro de la neutralidad política que nos caracteriza nos
pronunciaremos sobre nuestro deseo íntimo de que triunfe una u otra ideología.

Palabra de Dios, te alabamos señor. Daos fraternalmente la paz.
(Oscuro)

SERMÓN NOVENO. FINAL.
EL:
Hermanos en Cristo, vengo a anunciaros en el sermón de hoy que…

13

a partir de mañana dejaré de ser el Obispo de los marcianos.
Ha llegado el día en el que nuestra Iglesia es expulsada de sus templos, desposeída de
sus bienes y alejada de sus fieles.
No. No hemos sido ilegalizados. Os escucho a algunos aventurar esa hipótesis, pero
no. Sencillamente hemos sufrido una OPA.
Como sabéis, los últimos resultados electorales, dieron como resultado, la derrota del
holding comercial por el que habíamos apostado, con el que teníamos contratos
multimillonarios. El vuelco electoral, provocó, pues, la quiebra técnica de la Iglesia de
Cristo. Y el golpe definitivo ha llegado porque la autodenominada “Iglesia del Ocio
Mercantil y de la Satisfacción Comercial”, ha comprado un paquete mayoritario de
nuestras acciones. Y la primera medida que han tomado nuestros nuevos dueños, ha
sido el cese de actividades, la disolución de la Curia, y el despido inmediato de todos
los que ejercemos apostolado.
Si bien es cierto que los jefes del negocio nos han ofrecido a todo el personal
eclesiástico la posibilidad de reubicarnos en los nuevos departamentos comerciales,
después de una fase de reciclaje.
Sí. Ahora todo encaja.
Sin duda esto explica que recientemente nos hayan sometido a un cursillo acelerado de
manipulación de alimentos (con la excusa del procesado de las Sagradas Formas).
En fin…
(Pausa prolongada)
Hoy, no pediremos, como teníamos por costumbre, vuestra aportación económica,
porque por razones obvias, nuestra iglesia no cotiza, ya, en bolsa. Me han informado
que mañana mismo comienzan las obras para acondicionar este templo catedralicio en
hipermercado de lujo.
Por vuestras reacciones eufóricas, deduzco que muchos de vosotros os convertiréis en
devotos clientes del nuevo credo. Espero que encontréis en vuestra nueva fe, la
satisfacción que nuestro viejo culto no ha sido capaz de procuraros.
Y nada más, hermanos, hasta siempre.
Recibid mi bendición.
Podéis ir en paz.
(Telón)

Tomás Afán Muñoz

Obra ganadora seleccionada para montase en el próximo
Festival Noches de Ciencia Ficción Vol. 2.0 
organizado por el dramaturgo Vidal Medina en 2022.

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