La hierba castañea
cucarachas y piojos esperan la supernova.
En toda agua el rigor de un meteorito
anclará interrumpiendo átomos.
No nos salvarán los ecoaviones
ni los ecologistas, ni los globalifóbicos
ni el hombre que vende PET y come en su choza.
Satélite Sputnik.
gorrión que espía más allá de lo terráqueo
pájaro espacial que no registrará nuestra presencia.
Pronto seremos los extraterrestres
y andaremos en la galaxia del miedo.
Partículas de maleza
y manadas de animales secos
moverán nuestro sentido en lo terráqueo.
Los droides emitirán gruñidos
gorjeos y barritaciones
Serán las bestias cibernéticas
que no concederán un like.
Podrá ser que sobreviva la porcelana hecha gato
el estambre hecho caballo
y la madera convertida en bandeja para nuestro polvo.
Los cuatro elementos serán propiedad de ellos
los seres de metal y circuitos inteligentes.
Lloraremos para no extrañar ni el agua ni la sal
beberemos aire y nuestra sangre
tendrá el plomo suficiente para ser sostenida por magnetos.
Interespaciales ya no sabremos de la belleza,
de los anticonceptivos ni de las supersticiones.
No tendremos voz y el papel no ha de suplir nuestra memoria.
Hortensia Carrasco Santos