Mi cuerpo se estremece de dolor y mientras esto sucede,
sólo puedo pensar si este es mi final o acaso el principio.
Observo a mi alrededor y tú ya no estás conmigo,
sólo me acompaña tu recuerdo
y el perfume de tus sueños sobre la almohada.
¡Me duele!
Pero no logro entender qué es lo que más me inquieta,
si el dolor de mis músculos endurecidos o la soledad.
Cada respiro se vuelve mucho más difícil,
es como si el aire pesara y aplastara mis pulmones,
una y otra vez.
No logro dibujar tu rostro en mi mente,
apenas si puedo imaginar tu silueta
y temo cometer algunos errores.
Tiemblo y me hiela el sudor que resbala de mi pecho,
pero no logro cobijarme,
estoy a merced de esta muerte lenta.
¿Dónde estás alma mía?
¿Qué acaso huyes ante esta terrible sentencia?.
El frío se apodera de mis pies
y no logro recordar cómo se sentía la calidez
de una tarde de verano.
Creo que está por llegar el final de este cuerpo,
el dolor es mucho más intenso
y heladez me ha cubierto por completo
No puedo dejar de temblar,
mi respiración es cada vez más veloz,
como quien desea absorber la vida a bocanadas.
Solo observo luces a mi alrededor,
creo que esto sólo puede indicar que me pierdo,
este es mi final,
o sólo mi comienzo.
Rubria Moreno