Nunca antes pensé sentir ésto,
nunca antes imaginé que tu luz se apagara lentamente,
mientras solo a la distancia te escucho lejano, ajeno.
Hoy día entre aquel murmullo te logro percibir en tonos cada vez más bajos,
me doy cuenta que esto es real, no es un sueño.
Te veo constante en alegres reminiscencias del pasado, un pasado casi palpable,
en donde el ruido de tu voz está mucho más presente.
Deseo entender esa ausencia de sonido y propongo diversas respuestas
a este temor que me embarga, ese temor ante tu posible ausencia.
Temo supersticiosamente que, al escribir el presente,
podría estar invocando la premura de un final que quizá nunca llegue.
Pero al evitarlo estaría negando ese sentir.
Escucho tu voz en mí y en otros, pero ya no en ti,
¿Por qué no logro escucharte?
¿Por qué no logro verte?
Te desvaneces lentamente con el tiempo.
Rubria Moreno