Sintiendo el vapor de tu brazo,
lo sintético sustituyendo la carne
los recuerdos se miden
en almacenamiento interno,
memorias llenas, saturadas de tarjetas sd,
me abruma ver tu nombre en tantas carpetas.
Me habías atrapado en tus cables pegajosos
araña del mundo digital,
en medio de calles destruidas y abandonadas,
intentando parecer en buen estado
iluminando falsamente mi cuerpo
te olvidaste de que ni el fucsia neón
puede dar vida a las mejillas apagadas.
Los bugs se apoderan de mi cabeza,
la tecnología no reconoce el amor
y el asfalto desolado extraña
los pasos de dos amantes.
No sé dónde reside mi cuerpo
sobrevolando el fuego, hielo en el interior
porque duele.
El corazón sigue generando sismos
haciéndose difícil seguir viendo luces de fuego.
Se queman los lentes de contacto.
El cyberpunk dejó de ser un género
y se autodenominó realidad,
nos abrazó con mugre en los dedos para susurrarnos
“suerte sobreviviendo”.
La poesía es paciente terminal.
Melina Abregú
(Poema ganador de la categoría de 15 a 17 años del 7mo Concurso de Cuento y Poesía de Ciencia Ficción “José María Mendiola” 2020)