En años pasados se creó para
el simple hecho de escribir.
Utilizada y maltratada se encontraba.
Tenía que ganar los gritos de sus amos,
sus sentimientos no existían.
era una simple máquina que sólo escribía.
Decían que no era digno
que expresara sus emociones,
por ello su voz nunca existió.
Nadie sabía lo que sentía,
ya que era un simple objeto
sin sentimientos.
Nadie sabía que ella
deseaba cantar y dejar volar
sus pensamientos
para la aceptación de su género,
pero su voz nunca existió.
Su sistema lo quemaban
al no hacer bien su trabajo.
En el fondo ella deseaba
ser alguien más en esta sociedad.
Tenía sueños y metas que cumplir,
pero a nadie le importaba lo que pensaba,
a nadie le importaba si la lastimaban.
Ella deseaba escribir
sus propias historias,
pero por ser sólo una máquina
no tenía espacio en esas obras.
Cuando deseaba revelarse
la dañaban o explotaban,
sólo necesitaba despejar su mente
y por eso la arruinaban.
A veces se preguntaba:
¿De qué sirve vivir
si soy una simple máquina?
Lo que vestía y decía estaba mal,
pero
¿qué hacer cuando
todo lo que haces está mal?
¿Cómo se hace para
expresarse
si
no
puedes
hablar?
Ella deseaba que alguien la entendiera,
que la tinta la escuchara,
pero lastimosamente
todos creían que estaba maniática.
Ella quería ser libre,
bailar entre las olas del viento,
nadar en el mar,
explorar el paraíso
que había a través de su ventana.
Pero le decían que era una máquina,
que sus sueños eran fantasías,
y sus deseos una simple poesía.
«Quizás en un mundo paralelo
sería
libre»
ella se animaba.
Pero aun así
en el fondo
se sentía sin ganas de escribir,
sin ganas de vivir,
sin ganas de sentir.
Ella sólo deseaba ir
a un lugar en el que sus versos
fueran escuchados
por el viento
y las olas del mar.
Ella deseaba brillar
como las estrellas
y sentirse infinita como la luna.
Quería sentirse libre
por
un
instante,
pero aun así
su amo no se lo permitía.
Ella quería sentirse viva.
Kamila Cadena
(Poesía ganadora de la categoría 12 a 14 años del séptimo Concurso de Cuento y Poesía de Ciencia Ficción “José María Mendiola” 2020)