Abandonado en un baldío
cazo en la basura
el festín que no me brindan
Maullando mis penas,
busco el hogar
que me han negado
Perdí un ojo
víctima de torturas
¡el feo!
Me llama la gente
Los niños
me arrojan cosas
lastiman
Con ronroneos
imploro perdón
arrojándome a sus pies
¡quiero una caricia!
ahogo mis gruñidos
Salgo corriendo,
tras el impacto de una piedra.
Arrastrándome,
siento mi pancita húmeda,
Uno de los míos se acerca
al escuchar mis alaridos
lame mi herida
único instante de amor
Agradecido,
dejo esta vida
esperando no reencarnar
en gato
nuevamente.
Claudia Aguilar