Sentados mientras la luna nos cubría con su deidad, ahí estábamos ausentes del otro
hablamos de todo y de nada
menos de amor.
Ahí donde tu mirada se pierde entre el firmamento y la multitud inventada
salto entre la luz que sale de tus ojos secos
caigo en vertical
te observo como se mira lo muerto
y te respiro hasta la náusea.
Diana Jaramillo