A David Bowie
(1947-2016)
El Camaleón Hombre terminó su estancia en la Tierra Humana.
Por un capricho, su propio capricho, quiso celebrar su último cumpleaños, regalar su última gloria y abandonar su cuerpo.
Se convirtió en polvo de estrellas y regresó a de donde había venido. Cada día diez las estrellas lucen distintas y la Tierra Humana triste.
Azul. Desolada.
A lo lejos: un hombrecito escucha feliz las notas de la guitarra de El Camaleón Ya No Hombre. Y mientras mueve la cabeza y sigue el ritmo con el pie; no sólo demuestra que no está para olvidarlo.
Sino que Sí…. Que sí hay vida en Marte.
Antonio Carlin Lynch