Buenos presagios

A finales de los años 80’s dos escritores británicos ya habían alcanzado un lugar prominente entre los lectores de literatura fantástica, tanto en la prosa como en el cómic. Me refiero a Terry Pratchet y a Neil Gaiman. Pratchet, veterano autor quien ya tenía en su haber casi una decena de novelas ambientadas en el Mundo Disco, un universo parodia del nuestro (donde la Tierra es plana, como el nombre de la saga lo indica) poblado por hechiceros, seres mágicos y bárbaros, que tiene su propia versión de personajes de William Shakespeare y en donde los jinetes del apocalipsis (específicamente La Muerte) podrían aparecer en la taberna del pueblo en cualquier tarde de verano para tomarse una pinta de ale. Gaiman al mismo tiempo estaba transformando las viñetas de Vértigo y DC escribiendo uno de los títulos más emblemáticos de la editorial: Sandman, una saga de fantasía urbana en la que los mitos de la antigüedad y los más auténticos arquetipos de nuestra imaginación se cruzaban con la realidad.

Ambos autores se reunieron por primera vez en 1985 en un restaurant de comida china y lo que ocurrió al término de esa época de fines de la Guerra Fría, música de sintetizador y augurios del fin del mundo; es uno de los crossovers más maravillosos que se hayan podido dar en la literatura del fin de siglo XX. ¡Daría lo que fuera por saber qué decía la galleta de la suerte que tuvieron como postre! La novela resultante de esa colaboración, “Buenos Presagios” fue publicada en 1990 y al año siguiente fue nominada como Mejor Novela en los premios Locus y Wordl Fantasy Award.

La historia comienza con la expulsión de Adán y Eva del paraíso hace seis mil años (si, ambos autores son ateos, pero eso es irrelevante), el demonio en forma de serpiente que entregó la manzana a la primera mujer, y uno de los ángeles designados para resguardar la entrada al Edén, se encuentran por primera vez y estos seres completamente opuestos quedan obligados a morar en la Tierra, por un destino inefable; lejos del Cielo y del Infierno.

Para cuando el siglo XVII de la Era Cristiana llega, con el auge de los libros de predicciones llega también el auge de la quema de brujas. Y aunque podemos decir que la gran mayoría de ellas fueron ejecutadas injustamente, al no poseer la clarividencia de la que se le acusó, es necesario aclarar que una, Agnes La Chalada, fue acaso la única que verdaderamente poseía ese poder; y en tal medida, que todas las profecías de su libro se harían realidad. Razón por la cual “Las buenas y atinadas profecías de Agnes La Chalada” no sólo fue un fracaso en ventas, sino que además al paso del tiempo, sólo sobrevivió un ejemplar, mismo que hoy está en manos de la última descendiente de Agnes, una chica llamada Anatema, quien lo estudia a fin de desentrañar el momento exacto en el que se revelará el Anticristo. Él convocará a los Cuatro Jinetes del Apocalípsis y desatará la batalla final entre los ejércitos celestiales y los infernales, haciendo hervir el mar y destruyendo la Tierra.

Pero la Tierra se ha convertido en un lugar muy agradable para Azirafel, el ángel, y Crowley el demonio. Solamente en ella pueden apreciar los libros antiguos que el amable ángel ha coleccionado por años en su biblioteca de segunda mano, y donde el demonio puede manejar su Bentley negro a placer, eso por no hablar de ser el hábitat de animales tan simpáticos como los delfines y los orangutanes; y el único en donde existe la música clásica: Queen, por supuesto.

Así que estos terrenales adversarios, al ver comprometido su querido estilo de vida, deciden llevar a cabo un arrojado plan: tras intercambiar al recién nacido Anticristo con un niño inglés avecindado en Tadfield, tratarán de que sea el libre albedrío y no las influencias externas, las que moldeen el carácter de Adam Young, mejor conocido como “El Adversario, Destructor de Reyes, Ángel del Pozo sin Fondo, Bestia a la que llaman Dragón, Príncipe de Este Mundo, Padre de las Mentiras, Vástago de Satán y Señor de las Tinieblas” a lo largo del libro. Adam estará siempre acompañado por sus tres fieles amigos: la aguerrida Pepper, el gordito Wenslaydale y Brian. Sin saberlo aún, será en su undécimo cumpleaños cuando sus poderes infernales se manifestarán.

Pero las cosas no saldrán a pedir de boca para Azirafel y Crowley, que se han mantenido en la periferia de Londres vigilando el desarrollo de su plan: La carrera por detener el fin del mundo tendrá un disparatado y emocionante recorrido, que incluirá un accidente de bicicleta que involucra a Anatema, la llegada de dos demonios a un departamento lleno de plantas lustrosas, la intervención de antiguos Cazadores de Brujas, al verdadero responsable del naufragio de un barco cargado con sustancias tóxicas y a un caramelo verde sabor limón.

“Buenos Presagios” es una comedia fantástica de enredos con hermosas metáforas, que te mantiene leyendo y siempre expectante, hasta llegar a un final que te garantizo te sacará una sonrisa. Amazon Prime anunció que en marzo de este año transmitirá la adaptación en su servicio de streaming, así que es un buen momento para que disfrutes de la obra original.

Y si puedes compartirla con un viejo amigo, mucho mejor.

 

 

Abraham Martínez Azuara «Cuervoscuro»

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