Luc Besson nos deslumbró en los finales del siglo XX con El quinto elemento, si no la has visto tienes que verla. Empezadito el XXI nos regala Valerian y la ciudad de los mil planetas. Por cultura general sé que esta película se basa en un comic, reseñado por Abraham Martínez para este versus, publicado en Francia a finales de los sesentas, Abraham te dará más datos de eso, es su especialidad.
La película es deslumbrante. Así, le pese a quien le pese.
Me di a la tarea, muy sacrificado yo, de ir a verla al cine para poder hacer la reseña. ¿Qué te puedo decir? Que, de inicio, la pelí tiene tres inicios.
Primero: La historia te narra el nacimiento de la Ciudad de los mil planetas: La estación espacial internacional y todos los módulos agregados paulatinamente después, al inicio por parte de los diferentes países de la tierra (hay que decirlo, la película es optimista y nos dice que felizmente sobrevivimos a Trump, Kim Jung-un, Peña Nieto, el Bronco y esta temporada de huracanes), y después el agregado de todos los módulos alienígenas con quienes pacíficamente hicimos contacto.
Segundo: Vemos un mundo paradisíaco, literalmente, que es arrasado por una lluvia de naves espaciales que caen en sus playas de arena clara.
Tercero: Conocemos a Valerian, un chavito agente espacio temporal, y su compañera Laureline. Él un galanazo rompecorazones que no logra conquistar a su socia. Ella, una mujer altamente capacitada para el trabajo encomendado, a la par, si no es que sobrepasando a su compañero en estos menesteres. Así se nos plantea el “chico quiere chica”. Todo lo anterior en un mundo ubicado en un futuro relativamente lejano.
El inicio de la película es LSD puro. Sus mundos, sus habitantes, sus organizaciones, su flora y fauna. Se lleva de calle en cada uno de esos aspectos a Star Wars (a quien algunos acusan de plagio descarado), a Avatar, a Titan A. E. y se da un tiro con Star Trek. Sorry, warsis. Hay acción, viajes por portales, realidad virtual, acción, malos, buenos, trajes cosplaiseables, acción, intriga, comandos espaciales, animalitos raros, ¿ya mencioné acción? Y eso que es sólo el inicio.
La película dura cerca de dos horas y media. No lo sientes. Es tan inmersiva la experiencia que seguirás a los héroes para lograr sus objetivos.
Como aún está en cartelera ni te la voy a contar ni te la voy a spoilear: Sólo resaltaré los mensajes que me dejó la historia, ignoro si estos mensajes salen del comic, no lo he leído aún; si salen del guion o si salen de la dirección de la pelí.
Es antibelicista. Hay un mensaje/reclamo muy fuerte en ese aspecto. “Nuestra civilización desapareció por encontrarse en medio de una guerra de la que no formábamos parte”. Eso pasa, ha pasado y seguirá pasando sobre todo con los imperios; recordemos que Francia fue un imperio. Hay otros que lo siguen siendo.
Tiene un mensaje incluyente: La sola idea de mil planetas unidos te habla de lo maravilloso que es la diversidad y lo necesario que es la tolerancia.
Reclama la xenofobia: Hay un personaje “ilegal”, sutilmente se trata de ídem, que dibuja la condición actual en ese aspecto del mundo. Te recalca el sufrimiento de la migración y las cuestiones legales con respecto a la misma.
Cuestiona el mando militar: Aunque gran parte de la ciencia ficción anglosajona refleja el espíritu imperial, muchos de sus autores son militares, esta obra cuestiona ese predominio de lo bélico sobre lo humano. El héroe tendrá la oportunidad de demostrar por qué es héroe.
Es divertida: Tiene una semi inocente tensión sexual, las caras de Valerian ante el show sexy del monstruoRhiana; humor negro, “bueno, no es exactamente su boca donde pones tu cabeza”; gags físicos, ver a Valerian en un duelo de espadas con el cuerpo de un obeso ser extraterrestre; chistes ridículos, un blanco sombrero de charro para Laureline en su presentación en sociedad.
Hay multiplicidad de guiños en la cinta que si eres atento los podrás sacar: Ver a Jessica Rabit trabajar en la zona roja, escuchar Stay a live en las calles peligrosas de Ciudad Alfa, ver a Cliven Owen hacer su humano desmadre y clamar por las “criatruas” *guño-guiño*.
Mucha gente tacha a la obra de mala. No sé qué esperaban o contra qué la comparan. Besson es francés y no trabaja en California, si esperabas superhéroes gringos salvando al mundo bajo la bandera de las barras y las estrellas porque se basa en un comic, déjame te digo que estás muy, pero muy perdido y más equivocado. Es cine europeo, arriesgado y fiel a su fuente. ¿Actores malos? Tal vez no sean los mejores pero encajan a la perfección en este trip de situaciones absurdas, resoluciones ingeniosas y mundos deslumbrantes. Tú móntate en la historia y despega.
¿Que si me gustó? Obvia decir que sí, me parece una obra con un discurso elevado, tiene diversión, es apantallante, sus personajes están relativamente bien dibujados, claro, vienen de una novela gráfica. *guiño*. Y valió la pena la ida al cine.
Te recomiendo que vayas a visitar cada uno de esos mil planetas.
Y claro, que leas la contra parte del Versus en tu Ojo de Uk.
Samuel Carvajal.