¿Un porfiriato ideal?

2010 fue el año en que de manera simultánea Hispanoamérica celebró sus 200 años de independencia en la gran mayoría de sus países, México además también celebró el centenario de su revolución. De manera similar a como ocurrió en 1992, muchas fueron las críticas ante dichas festividades, específicamente se celebra el inicio de una lucha armada que en el caso mexicano fue efímera en su génesis, fundamentada en saqueos y pasa desapercibido que la consumación de dicha independencia como tal, no fue sino hasta 1821. Por lo que este jubileo sacó a relucir una gran ignorancia en ciertos aspectos de una historia propia, por lo que en parte por petición del gobierno y sobre todo por iniciativa propia, varios autores fomentaron la narrativa de temática histórica. Es de mención que dicho género fue el único que compitió con el furor de la literatura de “Perversión Mexicana” de los años noventa.

En lo relativo al noveno arte, destacó la publicación de “Un Mexicano en Cada Hijo Te Dio”, una seria de biografías gráficas de mexicanos trascendentes a lo largo de la historia, escritas por el novelista y ex guionista de DC Cómics, Francisco G. Haguenbeck e ilustradas por diversos artistas. Aunque la difusión de la historia por medio del cómic no es nada nuevo en este país, sobra decir que hasta ahora no ha habido mayor divulgación de la misma en algún otro medio de comunicación. Durante el período post revolucionario fue la historieta la que verdaderamente alfabetizó al país por encima de los textos que promovía José Vasconcelos, por lo tanto es muy lógica la censura que sufrió por la “Comisión Calificadora y Descalificadora de Revistas Ilustradas”, con el discurso de que era mejor tener un pueblo analfabeto a mal alfabetizado. Sin entrar en controversia sobre lo que ocurrió de forma paralela en Estados Unidos con “La Seducción del Inocente”, resulta quizás más interesante lo que ocurría en tierra azteca que no fue promovido por la postura de un psiquiatra (si es que a dichas apreciaciones se les puede llamar sustentadas), sino que atentó contra lo que el “Premio Nobel de Literatura”, el escritor peruano Mario Vargas Llosa, denominó “La Dictadura Perfecta”.  Caso muy concreto fue la obra del michoacano Rius: “Los Súper Machos”, “Los Agachados” y “México a Través de los Popolucos” (esta última sin el mismo éxito que las anteriores y enfocada al México prehispánico). Fue gracias a dichas publicaciones que por primera vez  los mexicanos de la clase media y baja que no tenían acceso a sofisticados libros, aprendieron sobre su propia historia y conocieron términos como “el tapado”, “el dedazo”, “la deuda” y otras muchas definiciones que hicieron pensar verdaderamente a un pueblo que hasta antes de dichas lecturas, eran analfabetas funcionales.

Ahora en este 2016 que está por concluir, seis años después del furor del bicentenario, surge una publicación un tanto diferente, sí de narrativa gráfica histórica y ambientada en la Dictadura de Don Porfirio Díaz; pero con un toque ficcional nunca experimentado en las viñetas mexicas, el Steampunk. Término actualmente de moda, originario de la literatura y ya no exclusivo de los seguidores de la ciencia ficción, actualmente es un referente en la moda, el cine, la música, video juegos y evidentemente que también dentro de los cómics. No sólo en cuestión cronológica, sino desde el punto de vista de un universo posible de ficción, el porfiriato es un ambiente ideal para explotar dicho género. La primera de las cinco historias es quizás la más comentada, “Escuadron 2.01”, con guión del tapatío Ernesto Yip III y dibujos del Chihuahuense Alejandro Sarabia, presentando una versión utópica de la “Segunda Intervención Francesa”, etapa muy aplaudida por la victoria del cinco de mayo y que a su vez omite la resistencia heroica del zacatecano Daniel González Ortega. Consecuencia fue el “Segundo Imperio”, inspiración de novelas como “Noticias del Imperio” de Fernando del Paso y obras de teatro como “Corona de Sombras” de Rodolfo Usigli. Ante lo radical de este período viene la pregunta, ¿qué tal si no hubiese existido? Se podría decir que de ahí surge la primera aventura, con personajes históricos como Manuel Doblado, el Secretario de Relaciones Exteriores que tanto luchó por una solución diplomática y la participación anunciada de Sir  Arthur J. Raffles. Dicho personaje presenta la Ingeniería del también británico Sir William Hale al presentar una aeronave ideal para repeler a los barcos franceses equipada con armamento del mexicano Mendoza, precursor de la ametralladora. Los pilotos fueron los voladores de Papantla, acostumbrados a las alturas más que cualquier otro compatriota. Pasó lo que tenía que pasar, los franceses fueron derrotados y Porfirio Díaz se autodenominó como el futuro presidente, aspecto que no ha cambiado hasta nuestros días.

La segunda historia, “El Complot Romero”, escrita por Abraham Martínez Azuara, nos presenta una ciudad de México totalmente diferente a la que fue durante el siglo XIX y una especie de detective mexicano que aunque fungió como tal, le queda más el título de agente secreto: Adán Espinoza. La narración es simple pero bien lograda y con un fuerte compromiso social, presentando hechos que verdaderamente acontecieron, tal como el exterminio de los Yaquis en Sonora (arduamente narrado en el libro “México Bárbaro” del norteamericano John Kenneth Turner), así como la desigualdad tan extrema de dicha dictadura, culminando con una postura de apoyo para Cananea en el mencionado estado de Sonora y por parte del protagonista a manera de profecía de la revolución que habría de venir. Dejando muy en claro que una dictadura siempre lo será como tal, sin importar los adelantos tecnológicos, aspecto muy explotado en la ciencia ficción.

“Maquinaria” fue la más experimental de toda la antología y con una fuerte influencia underground, con carencia de globos (pues no es un requisito para lograr una buena narración gráfica), sin embargo, le hizo falta mayor secuencialidad y lenguaje para darle el auténtico toque emotivo y un final concreto con fugacidad.

“La Cañada de los Muertos”, en primera resulta difícil de situar geográficamente pues se induce que está ambientada en el sur de México y parece un paisaje propio del norte en la cuestión desértica y montañosa, cuando la península de Yucatán es selvática y sin orografía montañosa. Juan Fleites autor de esta obra es campechano y no sería sorprendente que se refiera a un punto específico que él conoce, fuera de este detalle y algunos aspectos en la secuencialidad, como el hecho de que nunca se apreciaron del todo las armaduras Steampunk, la historia es verosímil y fugaz, logrando su cometido anecdótico.

La última aventura bien titulada como “Palacio en el Cielo” puede que en su génesis aparenta estar  fuera de contexto por presentar a una Ciudad de México Flotante y así alejarse de la ciencia ficción para entrar al otro género como el fantástico visionario, cuando en realidad hace referencia hipertextual a uno de sus antecedentes más importantes, “Los Viajes de Gulliver” de Jonathan Swift. Se mantiene además la veracidad histórica al hacer referencia a los hermanos Flores Magón y realizar una interesante comparación con el México prehispánico al presentar a una metrópolis aérea que vive en la opulencia y a un pueblo miserable sobre el lago que se tragó a la capital, tal como los mexicas tenían marginados a las otras tribus, aspecto fundamental para que posteriormente se unieran a los conquistadores españoles. A su vez presenta una mayor cantidad de cajas de texto en los cuales se explican los hechos dando un mejor entendimiento narrativo, las protagonistas son dos mujeres  y eso le brinda una mayor originalidad, recordando lo machista que fue dicho tiempo. Sin embargo, Valerio Vega aún debe trabajar en su dibujo y en su interpretación del lenguaje del cómic, puesto que puede mejorar en una mayor escala.

A manera de conclusión, “Dictadura de Vapor” hace reflexionar sobre aspectos de la propia realidad del mexicano pero vistos desde una perspectiva que no se había explotado, el estilo Steampunk y a todo esto viene el cuestionamiento siguiente, aun con un adelanto tecnológico surgido en la Inglaterra Victoriana, no fue posible evitar un periodo de exterminio y desigualdad, en consecuencia y de forma paralela, en un futuro cyberpunk tampoco cambiarán mucho las cosas. ¿O sí?

Sobre el autor: Gerardo Martínez Acevedo, “Efrén Bantú” (Matehuala, SLP, 1980) – Ha sido actor de teatro, locutor de radio y actualmente es feliz como profesor de bachillerato y dando talleres de historieta para niños, fue fundador de la revista P.U.T.A, primera publicación de cómic underground de Jalisco. Ha colaborado en las revistas Matices de Alemania, Characato Cómics de Perú y actualmente escribe el guión del cómic “Guadalajara 2040”. 

2 comentarios sobre “¿Un porfiriato ideal?

  1. Un reseña excelente para aquellos que todavia no conocemos pero que poco a poco nos envolvemos en este mundo de escritores compatriotas que estan muy aparte de los comics comerciales.

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